Y un día, Facundo Agüero enfrentó a sus victimarios. El joven de 23 que en marzo pasado fue brutalmente golpeado por cuatro policías presenció desde su silla de ruedas la tercera jornada del juicio contra los uniformados a los que les había rogado que no lo golpeasen. Sólo los miró, porque ese es el único sentido sobre el que tiene voluntad producto de la hipoxia isquémica irreversible que padece desde la golpiza.

La audiencia estuvo marcada por la conmoción que causó la presencia de la víctima en la sala de los tribunales de Neuquén donde Pablo José Escudero, Lucas Exequiel Medina, Romualdo Mardones Vázquez y Juan Alberto Rubilar se sientan en el banquillo de los acusados.

A todos se les imputa el delito de vejaciones cometidas durante los apremios al trabajador que por entonces tenía 22 años y al que acusaron de robar una colonia. Antes de escuchar al joven y de revisar su billetera, donde efectivamente estaba el ticket de compra del perfume, los policías de la comisaría primera lo persiguieron sigilosamente. Luego lo golpearon adentro de un edificio de tal modo que le causaron un paro cardíaco. El sistema de ambulancias lo resucitó.

La versión de los agentes fue que el muchacho les pareció “sospechoso” porque cayó de un paredón de alrededor de cuatro metros de altura. Esta versión fue retransmitida a la familia por la médica que inicialmente atendió al joven en el Hospital Castro Rendón, en una ambulancia a las cuatro y media de la tarde.

En la audiencia que tuvo lugar en la capital neuquina, los médicos forenses darán sus análisis de los estudios realizados al joven. Frente al tribunal ya declararon tres policías, dos ambulancieros del sistema de emergencias (SIEN) y la jefa del servicio, Luciana Ortíz Luna.

“La policía molió a golpes a mi hijo y lo dejó en coma y peleando por su vida”, denunció Adelina, la mamá de Facundo, cuando fue ingresado al hospital regional de Neuquén luego de sufrir un paro cardíaco al ser detenido por policías que lo acusaron del robo de un perfume, cuyo ticket de compra estaba en la billetera del joven.

La madre de Agüero contó a PáginaI12 que ese día "Facundo estaba yendo a la tarde a su trabajo en el supermercado Coto, pero nunca llegó”. Cuando se enteró de que estaba internado de gravedad, fue hasta el hospital, llegó y “me atendió una doctora y me comenta que Facundo corría de la policía y que cayó de un paredón de cuatro metros”.