Los diputados nacionales del bloque del Frente para la Victoria-PJ impugnaron ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y ante el Poder Ejecutivo la candidatura de Carlos de Casas como posible representante  argentino ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En las notas presentadas recordaron que De Casas "se ha desempeñado como defensor de un acusado por crímenes de lesa humanidad" y no cumple con el requisito de poseer "alta autoridad moral y reconocida versación en materia de derechos humanos".

Los legisladores kirchneristas cuestionan que el abogado "en su actividad como litigante, objetó la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad". Por ello, pidieron al Ejecutivo que retire la candidatura y proponga un nuevo postulante, acorde con el cargo. En la carta a la OEA solicitaron que si el Gobierno insiste con la nominación, la Asamblea General del organismo regional "rechace su designación".

Mañana el Serpaj, Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, Hijos Capital, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, el CELS, la Liga Argentina por los Derechos Humanos, la APDH, el MEDH y Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte, entre otros organismos, mantendrán un encuentro para definir los pasos formales que tomarán para objetar la nominación.

De Casas representó legalmente al represor Enrique Blas Gómez Saa, quien tiene pendiente un juicio oral por privaciones abusivas de la libertad y torturas cometidas entre 1976 y 1978 contra tres víctimas. El Gobierno avanzó con la postulación del abogado luego de los dichos negacionistas del ex carapintada Juan José Gómez Centurión y del intento fallido de transformar en movible el feriado nacional del 24 de marzo por el Día de la Memoria.

Página/12 informó ayer que De Casas, miembro del Opus Dei, es un abogado penalista que en su curriculum oficial no incluye un solo ítem vinculado con los Derechos Humanos. Su única relación con el tema fue como defensor oficial de Saa, para quien en noviembre de 2013 consiguió la suspensión del juicio en el que estaba procesado al alegar un repentino estado confusional del represor. Los abogados y familiares de las víctimas denunciaron constantes maniobras dilatorias de parte De Casas.