La Fórmula 1 llegará mañana, en el Gran Premio de China, a las mil carreras y, en sus memorias, los pilotos argentinos dejaron huella desde los inicios de la categoría reina del automovilismo mundial, registros que con el paso del tiempo resignaron protagonismo (en 2019 se cumplieron 18 años de ausencias). Aquí, un repaso de los compatriotas que hicieron historia en la F1. 

El Chueco. Tres años antes del comienzo del Mundial de F1 en 1950, el futuro quíntuple campeón Juan Manuel Fangio (1951, 1954, 1955, 1956 y 1957) comenzó a participar de los Grandes Premios en el continente europeo, con la ayuda del gobierno argentino de Juan Domingo Perón. Sería el máximo ganador de la categoría por casi 50 años, hasta que Michael Schumacher le arrebató el trono. En una época donde muchos pilotos morían en la pista, el de Balcarce consiguió 24 triunfos en 51 carreras, un promedio de casi una victoria cada dos carreras.

El Aguilucho. También el recordado Oscar Gálvez, con un Alfa Romeo, participó de una de las carreras previas de verano y venció a los europeos bajo la lluvia en Palermo, el 6 de febrero de 1949. El Aguilucho, además, se dio el gusto de correr una carrera puntuable en 1953 en el entonces autódromo 17 de Octubre de la Capital Federal, y con una Maserati que lo ubicó en el quinto lugar detrás de Alberto Ascari, Luigi Villoresi, José Froilán González y Mike Hawthorn.

Los continuadores. Luego fue momento del debut del necochense Benedicto Campos y le siguieron Alfredo Pián, Onofre Marimón, Alberto Crespo, Pablo Birger, Jorge Daponte, Carlos Fortunati, José Félix Lópes, José Ciscar y Roberto Mieres.

Playboy. El polista Carlos Menditeguy debutó con un Gordini en Buenos Aires en 1953, y su mejor posición fue tercero en el Gran Premio de Argentina de 1957, y en 1960 dejó la categoría tras correr siete años en la misma. "Menditeguy no fue campeón del mundo, posiblemente porque no quiso", diría alguna vez Fangio sobre él.

Sigue la lista. El santafesino Clemar Bucci (1954-1955), Jorge Daponte (1954), Roberto Mieres (1953-1955), Jesús Iglesias (1955), Alberto Rodríguez Larreta (1960), Adolfo Schwelm-Cruz (1953) son algunos de los nombres que también corrieron en la máxima. Además, el tucumano Nasif Estéfano (campeón postmorten de TC de 1973), corrió en 1960 en la F1 en el Gran Premio de Argentina, pero después intentó competir en Europa con un De Tomaso, sin suerte.

La era del Lole. El santafesino Carlos Reutemann debutó en 1971 y una década después logró el subcampeonato mundial, el año previo a su retiro. Corrió con McLaren, Brabham, Ferrari, Lotus y Williams. Obtuvo 12 victorias, 45 podios y seis pole en 144 carreras.

Los '80. El sanjuanino Ricardo Zunino (1979-1981), corrió con Brabham y Tyrrel, en tanto que el porteño Miguel Angel Guerra (1981), apenas pudo recorrer 400 metros con su Osella en Dijon-Prenois. Por su parte, el santafesino Oscar Larrauri (1988-1989), con Brun, apenas pudo participar en siete de las 21 carreras en la máxima en una temporada.

Cámada noventosa. El arrecifeño Norberto Fontana (1997), con un Sauber, disputó cuatro Grandes Premios; mientras que el porteño Esteban Tuero (1998), con un Minardi, logró llegar a ubicarse octavo en el Gran Premio de Imola. Mientras tanto, el último argentino que se subió a un F1 fue el platense Gastón Mazzacane (2001), quien participó en 21 carreras con Minardi-Prost, y su mejor ubicación fue un octavo puesto.