Facundo Solís, el agente penitenciario acusado de asesinar a su ex pareja y a cuatro familiares de la mujer el 29 de diciembre de 2017, sería condenado a prisión perpetua, en juicio abreviado. Así lo confirmó la abogada querellante Hilda Knaeblein en Aire de Santa Fe, a un año y medio de aquella siesta fatal en barrio Alfonso, en la que un suceso salvaje conmovió a la provincia y tuvo repercusión nacional. La audiencia en la que el tribunal conformado por Rodolfo Mingarini, Rosana Carrara y José Luis García Troiano decidirá si avala el acuerdo entre Fiscalía y defensa, se realizará el 24 de mayo, en los tribunales santafesinos.

El fiscal Gonzalo Iglesias y los defensores públicos Mario Güedes y Gisela Alemandri firmaron el acuerdo con el aval del imputado. En tanto, las querellas manifestaron su acuerdo.

Desde el inicio de la causa Solís permanece detenido en la cárcel de Piñero. Se trata de un agente que trabajaba en la Unidad de Traslados Judiciales y era boxeador. La acusación que le hizo el fiscal es por los delitos de "homicidio calificado por el empleo de arma de fuego, por el vínculo y por ser perpetrado por un hombre en contra de una mujer mediando violencia de género (femicidio)" y por cuatro "femicidios vinculados".

Hacía calor aquel viernes 29 de diciembre, alrededor de las 14. Solís entró a la vivienda de Zazpe al 4100 por una puerta trasera. En la casa de Mariela Noguera, su ex pareja, estaban su hija y el novio, que fueron las primeras víctimas fatales del raid de violencia. El acusado sacó el arma reglamentaria y mató a Yoel Airaldi y a Ailén Soto, para causar el sufrimiento de Mariela, a quien llamó para avisarle lo que hizo. También le advirtió que iría por el resto de sus familiares. Cuando Mariela llegó, la abordó en la vereda y le disparó en la cabeza. Luego se dirigió a la casa contigua, donde vivía Carmen Loseco, su ex suegra, y también le disparó. De ahí fue hasta lo de su ex cuñada, Sonia Noguera, quien también resultó víctima. Su hijo logró sobrevivir.

Un año antes de la masacre, Mariela había radicado una denuncia contra el agente y la ratificó tres semanas antes del hecho, "porque él volvió a golpearla", señaló en aquel momento un familiar de la víctima.