Venezuela recibió ayer un primer cargamento de ayuda humanitaria de la Cruz Roja, luego de que el presidente Nicolás Maduro aprobara su ingreso. La carga incluye 24 toneladas de insumos médicos y 14 plantas eléctricas que serán distribuidas en ocho hospitales, la mitad de estos públicos, indicó el ministro de Salud, Carlos Alvarado.

“Siguiendo instrucciones del Presidente Nicolás Maduro, acompañamos a la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en el recibimiento de 24 toneladas de medicamentos y plantas eléctricas para los centros de la Cruz Roja en Venezuela y algunos centros del Sistema Público Nacional de Salud, en el marco de la asistencia técnica humanitaria y como mecanismo para sortear el bloque criminal impuesto por el gobierno norteamericano”, informó Alvarado en su cuenta de la red social Twitter.

Una veintena de camiones en caravana transportaron los suministros a Caracas desde el aeropuerto internacional de Maiquetía. Contienen cientos de cajas de cartón con los símbolos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que llegaron en un avión procedente de Panamá. “Es un gran paso adelante para apoyar a las personas vulnerables”, señaló, por su parte, el presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Francesco Rocca, quien había anunciado el envío de la asistencia el pasado 29 de marzo.

El país caribeño atraviesa la peor crisis económica de su historia moderna, que incluye una grave escasez de alimentos, medicinas e insumos hospitalarios, deterioro de los servicios públicos, hiperinflación e inestabilidad en el sistema eléctrico. La ONU estima que siete millones de venezolanos -un cuarto de la población- precisan ayuda humanitaria y la ONG Codevida, que defiende los derechos de los pacientes, afirma que unas 300.000 personas están en condición de alto riesgo y requieren tratamiento urgente.

Rocca había anunciado que a mediados de abril iniciaría la distribución, en una primera fase, de ayuda para unas 650.000 personas en el país petrolero. La operación será similar a la que se lleva a cabo en Siria, había señalado entonces el diplomático, refiriéndose a la envergadura de la asistencia. Posteriormente, el 10 de abril, Maduro anunció un acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para recibir “toda la ayuda de carácter humanitario que pueda traerse” en coordinación con organismos de Naciones Unidas.

El presidente de la Cruz Roja Venezolana, Mario Villarroel, quien recibió el cargamento, pidió que se evite la politización de lo que calificó como un gran logro. “Reafirmamos que la ayuda será distribuida conforme a los principios fundamentales de nuestro movimiento, especialmente los de neutralidad, imparcialidad e independencia”, subrayó.

El líder opositor Juan Guaidó había intentado el pasado 23 de enero ingresar donaciones de alimentos y medicinas provenientes de Estados Unidos a través de las fronteras con Colombia, Brasil y Curazao, pero la Fuerza Armada impidió el ingreso. Maduro denunció ese operativo como una excusa para una intervención militar estadounidense. El gobierno insistió en esta denuncia ayer ante la ONU. El embajador venezolano ante Naciones Unidas en Ginebra afirmó que los llamados de Estados Unidos para pedir a Caracas que deje entrar la ayuda humanitaria son una cortina de humo para preparar una invasión extranjera. “Nunca podremos aceptar los intentos de usar el apoyo humanitario para promocionar una invasión extranjera en nuestro país”, declaró luego el embajador. “Es por eso que rechazamos firmemente el intento de Estados Unidos de utilizar la supuesta ayuda humanitaria como mecanismo para una intervención”, agregó.

Para Guaidó el ingreso de la asistencia humanitaria “Es un reconocimiento a su fracaso (el de Maduro) en materia de salud”, afirmó el autoproclamado presidente interino. El jefe parlamentario observó, asimismo, que se trata de un paliativo para contener la emergencia y que la crisis solo se resolverá cuando el gobernante socialista “cese la usurpación” del poder. 

Durante gran parte de la era chavista, iniciada en 1999, el Estado ha sido el principal importador de comida y medicamentos, pero los altibajos en los precios del petróleo y el derrumbe de la producción contrajeron dramáticamente esas compras. Las importaciones, de 66.000 millones de dólares en 2012, serán de apenas 7.800 millones este año, según la consultora Ecoanalítica.

La asistencia llega en un momento crítico, pues el 28 de abril entrará en vigor un embargo petrolero de Estados Unidos contra Venezuela, que obtiene 96 or ciento de sus ingresos del crudo, lo que podría agravar aun más la situación socioeconómica.