Cuatro policías fueron detenidos en la localidad de Metán, al sur de la provincia de Salta, por golpear y torturar a dos jóvenes, con el objetivo de que uno de ellos asumiera la responsabilidad del crimen de Martín López, ocurrido el 28 de mayo de este año. Ayer, los cuatro se negaron a declarar. Los acusados, todos pertenecientes a la Brigada de Investigaciones de Metán, fueron detenidos e imputados por los delitos de “tortura” y “privación ilegítima de la libertad”. La investigación se inició con la denuncia de Pablo Carrizo, uno de los jóvenes torturados, quien luego de dar aviso sobre el hallazgo del cuerpo de Marín López –asesinado en el municipio de El Potrero, al sur de la provincia–, fue detenido por los cuatro policías imputados, que lo fueron a buscar a su casa, lo cargaron en un móvil y en el trayecto hacia la dependencia policial de El Potrero detuvieron el auto en la banquina de la ruta nacional 34, lo golpearon y lo torturaron con una bolsa de plástico que le pusieron en la cabeza varias veces, hasta dejarlo casi sin respiración. Una vez en la dependencia policial, los mismos efectivos siguieron golpeándolo, y le dijeron que si quería que terminaran con las torturas debía hacerse cargo de la responsabilidad del crimen de López.