Desde Madrid

España celebra el próximo domingo unas elecciones generales que diversas voces consideran como las más trascendentales de los últimos años. La prioridad de las fuerzas políticas pasa por abordar el fin del bipartidismo, y atajar el desafío independentista, que ha puesto otra vez en discusión el modelo territorial del país. En ese contexto, es poco lo que se dice sobre Argentina, un aliado histórico de la nación ibérica, y cuarto socio comercial en América latina. 

El mejor ejemplo de este olvido es la nula presencia de nuestro país en los programas electorales. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Partido Popular (PP), Unidas Podemos, y Ciudadanos, no mencionan una sola vez a Argentina. Se refieren a Iberoamérica, y en particular a Venezuela, cuya crisis ha sido utilizada como arma arrojadiza por las distintas fuerzas políticas. 

A pesar de ello, los dos partidos con mayores posibilidades de liderar el gobierno, el PSOE y el PP, planean darle un fuerte impulso a las relaciones políticas, económicas y culturales entre España y América latina, si lideran el ejecutivo después del 28 de abril.

“El principal objetivo en relación a América latina es restablecer relaciones en todos los niveles, y lo hemos demostrado en estos últimos diez meses con los viajes que ha realizado a la región el presidente del gobierno”, señala Héctor Gómez, secretario de Relaciones Internacionales del PSOE, en relación a las visitas oficiales que Pedro Sánchez realizó a Chile, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba (la primera de un jefe de Estado español en 52 años), México y República Dominicana, además de Argentina y Guatemala, donde participó de la Cumbre Iberoamericana. 

A nuestro país llegó para participar del G-20, y aunque mantuvo una reunión bilateral con el presidente Mauricio Macri, careció del brillo que logró la visita de su antecesor, Mariano Rajoy, en 2018 cuando el exlíder del PP llegó a Buenos Aires acompañado por una nutrida delegación de empresarios. Una diferencia que puede explicarse en términos humanos e ideológicos. Macri mantiene una amistad con José María Aznar, expresidente del PP y actual gurú espiritual de la fuerza, y Mariano Rajoy confió en él para dejar atrás la mala relación con Cristina Kirchner por la nacionalización de YPF. 

A pesar de esas diferencias, Gómez señala que la ausencia de una visita oficial de Sánchez a Argentina se debió a “cuestiones de agenda”, y precisa que nuestro país “debe ser un referente regional en la estrategia para fortalecer vínculos con América latina después de la pérdida de fuerza y poder decisión de España en el contexto internacional”. En cualquier caso, el dirigente espera que tras el intenso calendario electoral (generales el 28 de abril, y autonómicas y europeas el 25 de mayo) pueda producirse un encuentro bilateral porque el peso de Argentina en América latina así lo exige.

Por otra parte, el gobierno socialista apuesta por reforzar los lazos de las empresas españolas que residen en Argentina, y de las argentinas que residen en España, con especial interés en las pequeñas y medianas. Una tarea que demandará mucho esfuerzo ya que el peso de las compañías ibéricas en Argentina es, sobre todo, proviene de aquellas que integran el Ibex35, como se denomina a los gigantes españoles que cotizan en la bolsa del país.

Para el PP, América latina será la prioridad de la política exterior en caso de formar gobierno. “Lo ha dicho Pablo Casado en varias ocasiones, estará incluso por delante de Europa, y marcará un gran giro en nuestra política exterior”, dice José Ramón García Hernández, diputado del Congreso español, y miembro del área de Relaciones Internacionales de su fuerza.

“Las sociedades latinoamericanas han tenido procesos armónicos que deben acompañarse de la misma forma, y eso exige un aumento del intercambio económico, cultural e institucional de España con América latina y viceversa. En ese marco, Argentina es un país prioritario”, señala el dirigente popular.

Una de las medidas estrellas del PP para potenciar el intercambio es el plan Columbus. Un programa similar al exitoso Erasmus que rige en la Unión Europea, y que permite a estudiantes y profesores de los distintos países miembros realizar actividades académicas en diversas universidades del bloque. Según García Hernández, el Columbus permitirá un nuevo conocimiento de las realidades de cada país de América latina, en una región a la que consideran como un conjunto de grandes individualidades.

Otro de los aspectos estratégicos que atañe a la relación entre España y Argentina, es el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, que lleva años negociándose. En febrero, cuando el Parlamento Europeo celebró el 20 aniversario de las relaciones entre América latina y el bloque de los 27, el eurodiputado socialista Ramón Jáuregui, calificó la alianza comercial como el “acuerdo interminable”, y advirtió que la actual Comisión Europea podría terminar su mandato (octubre de 2019) sin poder concretarlo. 

La misma impresión comparte García Hernández, aunque asegura que el PP conoce “dónde están los posibles atascos”, y no tiene dudas de que si Pablo Casado es presidente del gobierno, España asumirá un rol más importante en la negociación de un acuerdo que considera estratégico.

En las últimas semanas, el conflicto del Brexit acercó un potencial punto de entendimiento entre Argentina y España, que podría formar parte de las relaciones bilaterales. El gobierno español logró el respaldo de la Unión Europea para que la salida del Reino Unido del bloque devuelva el estatus de “colonia” al territorio de Gibraltar, cuya soberanía reclama España a través del Comité Especial de Descolonización de Naciones Unidas. Ese nuevo marco, obligaría a La Moncloa a emprender acciones para forzar una negociación con Londres, que podría tener implicancias para Argentina en su reclamo sobre las Islas Malvinas.

Gómez dice que hay que ser muy prudente con el Brexit porque aún no se sabe si el Reino Unido se irá o no de la Unión Europea. En cualquier caso, señala que debe blindarse la condición de los países como España o Argentina, para que Londres “no tenga un margen de decisión unilateral”.

Por su parte, García Hernández comparte un análisis más optimista, y considera que si el Brexit se produce, “se abre una oportunidad para que el Reino Unido cumpla con sus compromisos” respecto a las resoluciones de Naciones Unidas que instan al país a negociar el estatus de sus territorios coloniales.