El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, insiste con meterse de lleno en la campaña electoral argentina y en los últimos días mostró, en varias ocasiones, su respaldo a su par Mauricio Macri. A casi un mes de su primera visita oficial al país, Bolsonaro llamó a enfrentar a Cristina Kirchner y advirtió que un eventual triunfo de la ex mandataria convertiría a la Argentina “en la Venezuela al sur de nuestro continente”.

El pasado jueves, el mandatario había manifestado, durante un mensaje transmitido en sus redes sociales en un video casero en el que se expresa con algunas dificultades, su preocupación por la abrupta caída de la imagen de Macri, afectada por la profunda crisis económica. “Si a Macri no le está yendo bien, paciencia. Luchen para mejorar o voten a alguien de su línea, pero lo que no puede ser es que vuelva Cristina”, exclamó el ex capitán del Ejército brasileño mirando a cámara. En ese sentido, fue llamativo que insinuara la posibilidad de un candidato alternativo en Cambiemos si la popularidad del Presidente no repunta en los meses previos al cierre de candidaturas, uno de los fantasmas de Macri. Esa posibilidad, bautizada “Plan V” por la eventual candidatura de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, viene siendo reclamada por algunos sectores empresarios e, incluso, por sectores al interior de Cambiemos.

“Nadie quiere meterse en asuntos que no son de Brasil, pero como ciudadano estoy preocupado de que regrese el gobierno anterior a Macri. La anterior presidente estaba vinculada a Dilma (Rousseff), a Lula (da Silva), a la Venezuela de Nicolás Maduro y de Hugo Chávez”, agregó el líder de ultraderecha, en referencia a las posibilidades electorales de CFK, a quien ya incluso las encuestas que maneja el oficialismo comienzan a señalar como favorita para las elecciones de este año. Además, recordó que durante la campaña electoral brasileña de 2018 “nosotros ya hablábamos” sobre un eventual retorno de Argentina al modelo político que tuvo vigor entre 2003 y 2015, bajo las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner. “Espero que nuestros hermanos argentinos se concienticen de eso” al votar en los comicios de octubre próximo, concluyó Bolsonaro.

Sin embargo, temeroso a un nuevo giro a la izquierda en la región, Bolsonaro –que será recibido por Macri el próximo 6 de junio– ayer insistió en el asunto durante una ceremonia con su canciller Ernesto Araujo por la entrada de nuevos funcionarios al servicio diplomático. “Más allá de Venezuela, la preocupación de todos debe volverse un poco más al sur ahora, a la Argentina, por quién podrá volver a comandar aquel país. No queremos, creo que nadie en el mundo quiere, otra Venezuela al sur de nuestro continente”, remarcó, y lanzó: “Con la vuelta de Cristina Kirchner, pido a Dios que no suceda, nuestra querida Argentina se convertirá en una Venezuela”.

Aunque comenzaron su relación con alguna desconfianza, Macri y Bolsonaro terminaron en buena sintonía, principalmente por su coincidencia en una región dibujada según los deseos de la Casa Blanca. Desarmaron la Unasur para participar recientemente en Chile del Prosur, un organismo “desideologizado”, según su definición. Para ellos, “ideología” quiere decir progresista o de izquierda. También son activos participantes del Grupo de Lima y de toda iniciativa de Donald Trump contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.