El abogado del fiscal Carlos Stornelli se entrevistó con el empresario Mariano Martínez Rojas en Miami, en tiempos en que la AFI presionaba para que declarara como arrepentido e involucrara a Cristina Kirchner y a ex funcionarios de su gobierno. Desde la cárcel, Martínez Rojas denunció que al igual que a Leonardo Fariña, quisieron guionarle su declaración. Página/12 pudo saber que Martínez Rojas se prepara para decir ante la Justicia que Roberto Ribas, representante legal del fiscal en rebeldía Carlos Stornelli, fue a verlo a EE.UU. para convencerlo de que aceptara la extradición que pesaba sobre él y volviera a la Argentina para declarar como imputado colaborador, a cambio de su la libertad. La condición era que mintiera  y dijera lo que la Agencia Federal de Inteligencia le ordenara. Entre otras cosas, que él le llevaba bolsos con dinero a CFK; que a Guillermo Moreno lo tenía coimeado para que le dejara entrar contenedores de contrabando, y que el ex titular de la AFIP Ricardo Etchegaray lavaba dinero con las declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAI). También, según su relato, debía involucrar a Juan Manuel Abal Medina y al empresario Sergio Szpolski, entre otros. Como parte de la operación --según él-- Ribas estuvo en Miami y trató de ablandarlo. Un dato no menor es que en la investigación que lleva adelante el juez Alejo Ramos Padilla aparecieron chats entre Marcelo D'Alessio y el abogado Rodrigo González, en los que acuerdan visitar a Martínez Rojas en la cárcel.

En un breve diálogo con Página/12 Ribas desmintió la acusación del empresario detenido pero admitió que se entrevistó con Martínez Rojas en Miami.

"Yo estaba en Miami con mi mujer. Me lo encontré a este tipo. Me lo presentaron. Él quería que fuera su abogado pero quedó en la nada. Fue una cosa casual, es un mentiroso crónico."

 ¿Quienes se lo presentaron?

 - Ese es otro tema. No importa. Es un mentiroso. 

Según dijo Martínez Rojas en una entrevista con Rosario Lufrano y Néstor Espósito, mientras estuvo prófugo en Miami siempre estuvo acompañado por agentes de inteligencia y fue el personal de La Casa (por la AFI), a pedido de Patricia Bullrich, el que quiso direccionar su declaración. Martinez Rojas finalmente aceptó la extradición pero, según afirma, sus extorsionadores no cumplieron con lo prometido y quedó preso en Ezeiza.  “Cuando llegué a la Argentina estaba todo guionado”, denunció.  

Pero, además, entre los “pedidos” que recibió, Rojas involucró al fiscal de las fotocopias: "Stornelli me pidió que vinculara a Szpolski en la causa de los cuadernos", disparó.

Ahora, Martínez Rojas quiere declarar que fue extorsionado y guionado por la AFI ante Ramos Padilla, en la causa por espionaje ilegal, hecho congruente con los diálogos de D'Alessio acerca de una visita a Martínez Rojas en la cárcel.

El primer juez que había reclamado la extradición había sido Gustavo Meirovich, en una causa por presuntas irregularidades en las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación. Luego, el juez Marcelo Aguinsky había solicitado lo mismo en la causa de la mafia de los contenedores, hoy en proceso de juicio oral y uno de los tantos expedientes en donde habría operado la banda de D´Alessio. La declaración como arrepentido de Martinez Rojas se produjo en el marco de estas investigaciones.

El empresario, quien le había comprado a Sergio Szpolsky el diario Tiempo Argentino y Radio América, que derivó en el despido sin indemnización de cientos de trabajadores, está detenido en Ezeiza desde enero de 2018. Ahora denuncia que la primera noche que pasó en suelo argentino tras su extradición, fue llevado a un hotel de lujo, no a una cárcel. Al día siguiente, en una sede de Gendarmería, tuvo un diálogo con “el señor Lagos, del Ministerio de Seguridad, de Patricia Bullrich”, quien le dijo que “si te gustó y querés volver al hotel, el lunes cuando estés en Tribunales vas a tener que hablar y colaborar con nosotros. Pero vas a tener que hablar para arriba, no para el costado. Ahí empezaron las extorsiones”, relató . Y agregó que “para volver al hotel tenía que ponerla como cabeza de una asociación ilícita a Cristina Kirchner, a funcionarios del gobierno anterior y a empresarios. Etchegaray, Moreno, Abal Medina, entre otros. Y entre los empresarios figuraba Jorge Brito. Después me pidieron que involucrara a Gildo Infran, pero luego se echaron para atrás porque ya estaba alineado (políticamente con el Gobierno)”. Según el empresario correntino debía decir que el gobernador de Formosa había cometido delitos de contrabando en la frontera, pero hubo un cambio de planes.

El abogado de Martínez Rojas ya inició las gestiones para que el empresario cuente esto mismo ante el juez Ramos Padilla. Parece decidido a hablar y a arrepentirse de haberse arrepentido. Así lo manifestó desde la cárcel no solo ante la prensa sino también frente a algunos allegados, con quienes habló en el penal. Habrá que ver si cumple con la amenaza o si se trata de otra de sus maniobras.