Ciento setenta y cinco mil migrantes detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México han sido liberados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) estadounidense. Así lo reveló ayer el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS).

Un portavoz del DHS, que prefirió mantenerse en anonimato, detalló que, debido a la capacidad limitada de muchos centros de la Patrulla Fronteriza en la frontera sur y de ICE, las autoridades empezaron a liberar el pasado 19 de marzo a las familias como no criminales. “Hasta la fecha –explicó la fuente–, la CBP ha liberado más de 40.000 unidades familiares extranjeras bajo los regímenes de Aviso para Comparecer o bajo palabra”. El Aviso para Comparecer es un documento en el que el Gobierno estadounidense informa de las razones por las cuales una persona debe ser deportada e incluye las acusaciones y cargos contra el afectado. La fuente afirmó que siempre que sea posible esas liberaciones se hacen en coordinación con organizaciones no gubernamentales locales, pero si las instalaciones dependientes de estas se encuentran a plena capacidad los inmigrantes son dejados en centros de transporte.

El sábado pasado, el diario The Washington Post reveló que los centros de detención para inmigrantes en el sur de Texas estaban tan llenos que las autoridades estadounidenses habían decidido usar aviones para trasladar a los indocumentados a otras instalaciones con más espacio. El rotativo, que citó a tres fuentes del DHS, explicó que el uso de aviones es poco común, pero que responde a la gran llegada de inmigrantes a la frontera.

Según las cifras suministradas por el DHS, la Patrulla Fronteriza detuvo entre el 1 octubre de 2018 y el pasado 10 de mayo más 500.000 inmigrantes en la frontera con México.