La discografía de Ron Carter es inconmensurable, pero él no duda al recordar los más significativos. Live at Village West (1982) con Jim Hall, es el primero. “Jim fue una persona especial, que sabía cómo trabajar en sus solos y qué hacer durante los míos. Yo había desarrollado una relación muy especial, casi telepática con él. Pero no lo extraño tanto como músico, lo extraño como persona”, dice Carter y agrega Concierto de Brandenburgo (1996), un disco con arreglos del Concierto de Brandenburgo nº 3 BWV 1048, de Bach, además de obras de Handel, Ravel y piezas propias. “Fui el productor y arreglador del disco y tuve absoluta libertad”, asegura el contrabajista. Eight Plus (1990), el primer disco con el noneto, es otro. “Es una buena muestra de cómo las cuerdas pueden caracterizar un sonido”, dice y concluye su lista con Ron Carter’s Great Big Band (2011): “Traté de que una big band sonara con la versatilidad de un cuarteto y creo que lo logré en gran medida”, asegura.