El Banco de la Reserva de Australia la ha liado parda con su última emisión de billetes de 50 dólares, el de uso más extendido, el que más entregan los cajeros en el país oceánico. Una emisión de 46 millones de billetes, en honor a la exactitud, puestos en circulación a fines del año pasado con toda la pompa: nuevos detalles en su diseño para evitar su falsificación, sí, pero también... con error tipográfico. Lo descubrió los pasados días un vecino cualquiera con buenísima visión, o una excelente lupa, que llamó a una emisora de radio local, Triple M, para pasar parte de su hallazgo: en el mentado dólar australiano, que trae desde 1995 la carita de Edith Cowan –primera mujer que logró un escaño en el parlamento en los años 20–, aparece una cita de la susodicha en tamaño minúsculo. Parte de su primer discurso, dicho sea de paso, donde decía la primera diputada: “Es una gran responsabilidad ser la única mujer aquí y quiero enfatizar la necesidad de que más mujeres también estén presentes”. El meollo de la cuestión es que, ampliación mediante, descubrió el humano equis –y confirmó luego el propio banco– que a la palabra “responsabilidad” (responsibility en anglo) le falta una de las íes. Errata, empero, no quita legalidad: a pesar de la falta de ortografía, seguirá vigente como moneda, aunque se corregirá el asunto en futuras reimpresiones. Una obviedad, claro está, aunque obvio también hubiese sido que –pasando por tantas manos y chequeos– alguien hubiera notado la equivocación. Una distracción, en fin, que acabó en petite vergüenza, viralizado el equívoco a lo largo y ancho.