Tras la elección en la Facultad de Psicología que consagró a Soledad Cottone como nueva decana, y a menos de 24 horas de la realización de la Asamblea Universitaria que elegirá a las máximas autoridades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), se aceleran las negociaciones para sumar voluntades e imponerse en la votación. De no mediar sorpresas de última hora, serían tres los postulantes a ocupar el cargo mayor: dos pertenecen al oficialismo, el actual rector, Héctor Floriani, que va por la reelección, y el ex decano de Ciencia Política, Franco Bartolacci. Por la oposición se presentará la ministra de Educación de Santa Fe y candidata a diputada provincial por el Frente Progresista, Claudia Balagué. 

La Asamblea Universitaria convocada para mañana a las 8.30 en la Facultad de Ingeniería. El máximo órgano universitario está integrado por 276 asambleístas, 132 docentes, 104 estudiantes, 14 no docentes, 14 graduados y los 12 decanos. Para garantizar el quórum propio se necesitan 139 votos, los mismos para consagrar rector en primera y segunda vuelta. Si no se consigue la mayoría absoluta, en la tercera vuelta se define por simple mayoría; es decir, con la mitad más uno de los presentes en la votación. Con los números que se manejan, todo parece indicar que las nuevas autoridades para el período 2019-2023 van a ser consagradas en el tercer llamado.

"Lo que se viene es reconstruir lazos, convivencia institucional", dijo Soledad Cottone, tras imponerse como decana de la Facultad de Psicología.

Bartolacci cuenta con el apoyo del ex decano de Humanidades, José Goity, y cinco decanos electos: Cottone (Psicología), Gustavo Morini (Política), Alejandro Vila (Humanidades), Roberto López (Agrarias) y Hernán Botta (Derecho). Bartolacci y Goity, se mostraron ayer acompañando a la decana electa de Psicología. Los referentes de la alianza entre radicales y kirchneristas que gobierna la UNR desde el 2007 dicen contar con los votos en 11 de las 12 facultades pero en un escenario de mucha paridad que puede deparar sorpresas.

Por su parte, Floriani cuenta con las adhesiones de los decanos Adolfo del Río (Arquitectura), Darío Masía (Odontología), Adriana Racca (Económicas) y Mariano Gárate (Veterinarias). El rector adelantó que tiene el apoyo del gremio no docente.

La candidatura de Balagué, que fue decana de la Facultad de Bioquímicas

y en el 2011 perdió ante el ex rector Darío Maiorana, tiene el apoyo de la decana Graciela Utges (Ingeniería), y los decanos Andrés Sciara (Bioquímicas) y Jorge Molinas (Medicina).

De todas maneras, hasta anoche muchos votantes aún no han decidido su voto en un marco de incertidumbre. Si el escenario es de tres tercios, nadie va a llegar en primera vuelta. Pero tampoco habría que descartar que algunos de los candidatos levante su postulación.

En un clima de extrema tensión, la candidata de la oposición, Soledad Cottone, fue consagrada como nueva decana de la Facultad de Psicología. El Consejo Superior había anulado la primer elección realizada el mes pasado luego que la oposición denunciara irregularidades en la sesión del Consejo Directivo por no respetar los pasos previstos en el estatuto en los que fue reelecto el hasta ayer decano, Raúl Gómez Alonso. En la convocatoria realizada el miércoles pasado, estudiantes que apoyaban a Gómez Alonso impidieron la sesión especial bloqueando el ingreso a la Facultad en medio de una gresca que terminó postergando la elección. Si bien en el primer llamado de ayer las agrupaciones estudiantiles volvieron a tomar el lugar, las autoridades decidieron llevar la sesión a la sala de reuniones del Consejo Directivo que finalmente terminó consagrando por 11 votos a favor a Cottone como decana y a Mirta Spedala vicedecana para los próximos cuatro años. "La verdad es que el proceso eleccionario fue muy tenso, muy preocupante, por eso creemos que lo que se viene es reconstruir lazos, convivencia institucional, que haya representaciones de mayorías y minorías en una convivencia pacífica", señaló la flamante decana.

Según Cottone, la idas y vueltas de la elección tuvo como principales responsables a los que "no aceptaban perder el decanato". De todos modos,  agradeció a las autoridades salientes por garantizar finalmente la sesión. "Era necesario porque ya terminaban el mandato y la facultad quedaba en una situación de acefalía institucional que iba a generar muchas consecuencias en el funcionamiento cotidiano", agregó.