Stan Lee falleció en noviembre del año pasado, pero la disputa en torno a su legado (y herencia) continúa. La policía de Los Angeles y de Phoenix arrestaron a Keya Morgan, acusado de haber aislado a Lee de amigos y familiares, por cargos de fraude, falsificación y privación de libertad, con una fianza que el juez estableció en 300.000 dólares. El departamento de Policía de LA emitió un comunicado en el que afirma que “el señor Lee tenía una fortuna estimada en más de 50 millones de dólares sin protección contra oportunistas, que podían meterse en su vida y tomar control de ella”. El texto también señala que “no había nadie con clara autoridad legal para actuar en nombre del señor Lee, pero aún así Morgan usó su influencia y control sobre él. Morgan será presentado ante un juez antes de ser extraditado a Los Angeles para enfrentar los cargos de los que se lo acusa”. Morgan era un coleccionista de memoriabilia que llegó a convencer a Stan Lee de mudarse de su casa y filmar un video señalándolo como su único representante, y acusó a la hija del historietista de realizar “una caza de brujas” en su contra, en lo que fue apenas uno de los muchos capítulos extraños que asomaron sobre los últimos dos años de la vida del emblemático artista de la editorial Marvel Comics.