El precandidato presidencial Alberto Fernández dejó ayer temprano el Sanatorio Otamendi donde permaneció internado 48 horas para recibir calmantes por una inflamación pulmonar y hacerse chequeos. A la salida, envió mensajes hacia distintas direcciones. Por un lado, avisó por Twitter la necesidad de discutir con la titular del FMI, Christine Lagarde, la situación de la economía argentina luego del 10 de diciembre. Por otro lado, respecto a la política nacional, reiteró su deseo de sumar a Sergio Massa al frente de unidad y recibió en su departamento al recientemente reelecto gobernador de San Juan, Sergio Uñac, quien le expresó su apoyo, un dato ya repetido entre los jefes provinciales del peronismo.

Para hablar de Lagarde, utilizó la tapa de Clarín que reproducía la frase de la directora del Fondo en la que admitió que “subestimó” la situación económica complicada en la que se encontraba el país. “El 10 de diciembre vamos a tener que sentarnos a discutir muy seriamente con la señora Lagarde acerca de los errores, subestimaciones y sobreestimaciones del FMI. En vez de escuchar nuestras advertencias prefirieron financiar la campaña de Macri y endeudar a todos los argentinos”, fue el duro mensaje que envió al organismo internacional al momento que salía de la clínica. 

Luego en una entrevista amplió: “le preguntaría por qué sigue tolerando que la plata del Fondo sea destinada no a pagar deuda sino a que se la lleven los que siempre sacaron plata de la Argentina con la anuencia del gobierno”. “El Gobierno lo único que supo hacer es dejarnos una deuda impresionante que ahora ni el gobierno sabe como pagarla ni el que se la prestó, el FMI, sabe como cobrarla. Eso es lo único que deja Macri como legado”, afirmó.

En la puerta lo esperaban los medios y también dio entrevistas a algunas radios. “Yo me lo imagino a Sergio activo y cerca nuestro. Es alguien muy valioso”, fue el mensaje que envió al líder del Frente Renovador, con quien negocia el pase al frente de unidad que encabeza junto a Cristina Kirchner. “Es una decisión de él. Yo quiero sumarlo, quiero que él en el futuro sea parte de quienes gobernamos la Argentina”, agregó Fernández. Le preguntaron de una escala de 1 a 10, cuántas posibilidades existían de sumar al ex intendente de Tigre. Dijo que de acuerdo a su deseo personal lo calificaría de 10, pero si se atenía a la realidad había que hablar de “un 5”, ya que “depende de él”. En verdad, cerca de Alberto Fernández aseguraban que las negociaciones estaba muy avanzadas, bastante más que un “5”, y que había que esperar novedades muy pronto.

Fernández se preocupó en mostrar que se encontraba perfectamente de salud y que tendría una jornada de trabajo con reuniones en su domicilio. Allí recibió a un grupo de militantes por los derechos de las mujeres, al presidente del PJ Bonaerense, Fernando Gray, y al gobernador Uñac.

“Gracias Alberto Fernández por tu recepción, y por tomar la bandera del diálogo y del consenso en pos de la unión necesaria para el desarrollo de un proyecto superador. Entre todos debemos aportar para sacar al país adelante llevando esperanza a cada rincón de la Argentina”, escribió el gobernador de San Juan luego del encuentro. “Gracias querido Sergio. Vamos a construir la esperanza necesaria para poder construir la Argentina que incluya a todos y todas los que creemos que una vida mejor es posible”, respondió Fernández en el diálogo que mantuvieron por las redes sociales.

Uñac se sumó así al grupo de gobernadores del peronismo que ya expresaron su respaldo a la fórmula Fernández-Fernández. El miércoles ya lo había hecho en el mismo Sanatorio Otamendi el tucumano Juan Manzur, quien el domingo se juega la reelección en su provincia.