La inflación en mayo fue del 3,1 por ciento, según el relevamiento del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), que depende de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). Se trata del quinto mes consecutivo con variaciones de precios por encima del 3 por ciento mensual, mientras que desde febrero se exhiben alzas mayores al 50 por ciento en el acumulado de doce meses. En mayo la inflación fue del 57,4 por ciento contra igual mes del año pasado, la más alta desde 1991. La escalada estuvo motorizada por el rubro salud –por el incremento de las prepagas–, indumentaria y calzado y equipamiento y mantenimiento del hogar. Los alimentos, el rubro de mayor peso en la canasta, se ubicaron apenas por debajo del nivel general, con 3,0 por ciento. Las cifras oficiales de inflación serán difundidas por el Indec este jueves. 

“En lo que va del año, los precios treparon un 19,8 por ciento interanual, mientras el salario real sigue en retroceso. Desde el IET calculamos una caída de 16 por ciento de poder de compra en tres años y medio de gobierno de Cambiemos. Actualmente está en el valor más bajo en once años, al punto que habría que remontarse al 2002 para encontrar una caída tan profunda”, explicó a este diario Nicolás Trotta, rector de la UMET. “De mantenerse la estabilidad cambiaria, como en mayo, la inflación va a tender a desacelerarse gradualmente, habilitando una ligera mejora del poder adquisitivo de los salarios y el consumo, aunque no volverán a los niveles previos a la corrida cambiaria, ni mucho menos a los de 2015”, aclaró Víctor Santa María, secretario de Estadísticas de la CGT.

Pese al corsé monetario que aplica el Banco Central para congelar el consumo vía pérdida de poder adquisitivo de salarios y jubilaciones (ver aparte), los constantes aumentos en las tarifas de los dolarizados servicios públicos, los combustibles y los alimentos mantienen la presión inflacionaria. En el informe se puntualiza el impacto de la inflación en los trabajadores registrados, lo que refiere a aquellos hogares donde hay un jefe o jefa bajo esta condición (asalariado formal). Para estos hogares la inflación de mayo se explicó por Salud, con un ajuste de 5,5 por ciento, seguida por indumentaria y calzado (5,2 por ciento) y equipamiento y mantenimiento del hogar (3,9 por ciento). “Los capítulos de menores subas fueron Esparcimiento (2,4 por ciento), vivienda y sus servicios (1,6) y Educación (0,2).

“En mayo, el 61 por ciento de los 327 rubros relevados registró alzas mayores al 1,5 por ciento, valor que sigue muy por arriba de promedio del período 2016-17. Esto indica que la inflación sigue siendo generalizada a la mayoría de los productos relevados”, detalla el informe de la UMET.

Si se desagrega dentro de cada rubro puede tenerse una idea de lo que motorizó los aumentos de cada capítulo. En el caso de Salud, el aumento estuvo vinculado con otro ajuste en las cuotas de las prepagas que autorizó la Superintendencia de Salud, el cual fue del 7,5 por ciento. En los últimos doce meses el Gobierno autorizó a las prepagas un incremento del 42,2 por ciento. En indumentaria, la suba estuvo explicada por el incremento estacional de 9,5 por ciento en el precio de las camperas y abrigos, impulsada por el arribo de la temporada invernal.

Los aumentos en equipamiento y mantenimiento del hogar se focalizaron en productos de limpieza, como jabón y lavandina, que se encarecieron 5,5 por ciento promedio. Otros aumentos en bienes y servicios que se ubicaron por encima de la media fueron los cigarrillos, con un ajuste de 5 por ciento; transporte y comunicaciones, con el 3,3 por ciento, lo cual se debe a que los equipos de teléfonos celulares subieron 6 por ciento y las naftas, 4 por ciento.

Pese a que  el rubro alimentos se ubicó por debajo de la media, con 3,0 por ciento, se destacaron aumentos puntuales en bebidas sin alcohol (6 por ciento) y verduras (5 por ciento). En electrónica de consumo la suba ascendió a 2,4 por ciento en mayo. Finalmente, en el rubro vivienda no hubo alzas de servicios públicos, frenadas hasta después de las elecciones. Sin embargo, contrapesó el aumento en la renovación de alquileres. En Educación, la suba fue de 0,2 por ciento, que se explicó por el alza de útiles escolares. Las cuotas de los colegios privados habían aumentado en marzo-abril.