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       Una 
        recorrida por las veintinco canciones más importantes de la década 
        ROCKERA  
      Bonitas 
        páginas 
      Formaron 
        parte fundamental de los últimos diez años, en la radio, 
        la tele, la calle, la cancha, un cumpleaños y cualquier otro encuentro 
        social. Se puede citar de cada una de ellas, sin repetir y sin soplar, 
        al menos el estribillo. Fueron carta de triunfo para cada uno de sus compositores 
        y/o intérpretes, reportándoles en algunos casos 
        miles de dólares por derechos de autor y en otros instalándolos 
        en la memoria colectiva. Y conforman, en verdad, un sólido compilado 
        del rock argentino de los noventa.  
       
        Producción y textos: PABLO PLOTKIN- 
        ROQUE CASCIERO 
       
        Matador 
        Los Fabulosos Cadillacs 
        Los Cadillacs aparecieron como un grupo de gorditos que, a su pesar inclusive, 
        quedaron pegados con aquella frase quiero morir tocando ska. 
        Tuvieron un éxito inmediato y casi enseguida les llegó el 
        bajón. Recién con El león volvieron a ser tomados 
        en serio, pero fue Matador el tema que definitivamente los 
        instaló entre los grandes nombres del rock argentino. Esa canción 
        (con ciertos ecos a los brasileños Olodum, lo que generó 
        una polémica que aún les incomoda) también les abrió 
        las puertas de América latina, España e incluso Estados 
        Unidos. Lo cierto es que ¿el hit más grande de los noventa? 
        tiene un lugar en la cancha, en cualquier festejo y hasta en los actos 
        de apoyo al presidente Menem (es la favorita del Tula). Lo que se dice, 
        verdaderamente popular. 
        La frase: No tengo por qué tener miedo, mis palabras 
        son balas. 
        Envasado en: Vasos vacíos (1993). 
        Arbol genealógico: Olodum, Rubén Blades. 
        Podrían haber sido: Mal bicho, Carnaval 
        toda la vida, El león, 
        Demasiada presión.  
       Abarajame 
        Illya Kuryaki  
        & The Valderramas  
        Los Kuryaki aparecieron rapeando y tirando patadas de karate cuando ni 
        siquiera les crecía el bigote. La vieja ola del rock argentino 
        los adoptó como mascotas, pero Dante y Emmanuel demostraron ser 
        mucho más que eso. Aquí (no olvidar el video) aparece la 
        filosofía-Kuryaki toda junta: el sexo, las películas de 
        Bruce Lee, los personajes deformes como Coolero Connor y Groova Chaco, 
        y las inflexiones vocales-idiomáticas a lo Cypress Hill. El tema 
        era tan pegajoso y se hizo tan popular, que musicalizó los editoriales 
        de los Raporteros de Tinelli.  
        La frase: Yo aspiro a la paz, tú aspiras de la otra. 
        Envasado en: Chaco (1996). 
         Arbol genealógico: Beastie Boys, Cypress Hill. 
        Podrían haber sido: Coolo, Es tuya Juan, 
        Fabrico Cuero. 
       Sr. 
        Cobranza 
        Bersuit Vergarabat 
        Gracias a una semiprohibición del Comfer (el tema no se pudo pasar 
        por radio, salvo en versión censurada) y a la rapidez de reflejos 
        del sello Universal, que pegó tres mil afiches con la letra, Sr. 
        Cobranza se convirtió en uno de los himnos contra el poder 
        de esta década, que es decir el menemismo. Y fue el primer paso 
        para revitalizar la errática carrera de la banda que había 
        tenido un cuarto de hora de posible proyección a las masas (¿Cordera 
        hijo natural del Indio y Luca?) hacía ya diez años, y que 
        ahora logró que este disco (producido por Santaolalla) superara 
        las cien mil copias vendidas y lograse una impensada proyección 
        internacional. El tema, furibundo, fue compuesto por Las Manos de Filippi, 
        uno de cuyos cantantes toca en la calle Florida. 
        La frase: Son todos narcos. 
        Envasado en: Libertinaje (1998). 
        Arbol genealógico: Rage Against The Machine, Las Manos de Filippi. 
        Podrían haber sido: Se viene, El tiempo no para, 
        Yo tomo. 
         
        Ya no sos igual 
        2 Minutos 
        En los 90, con menos fantasmas militares acosando la democracia, la protesta 
        callejera y la crítica se desplazaron (merecidamente, qué 
        duda cabe) hacia la policía. Y el hit anticana por excelencia fue 
        éste, que provocó una miniexplosión en el punk local: 
        2 Minutos encabezaba una especie de tercera generación, bardera 
        y fiestera, llena de odas a la cerveza, la cancha y el barrio, que además 
        tuvo respuesta comercial masiva (un disco de oro instantáneo). 
        Casi, casi, el primer emergente masivo e instantáneo del rock barrial. 
        También el menos perdurable. 
        La frase: Carlos se dejó crecer el bigote y tiene 
        una 9 para él. 
        Envasado en: Valentín Alsina (1994). 
        Arbol genealógico: The Ramones, La Polla Records, los pibes 
        de la esquina. 
        Podrían haber sido: Piñas van, piñas 
        vienen, Cerveza yo te adoro. 
         
        La música 
        El Otro Yo 
        La banda punk/noise del sur del Gran Buenos Aires editó su álbum 
        más pop en el último año de la década. El 
        single sonó en las radios y los conciertos empezaron a llenarse. 
        Merecía algo así el cuarteto (antes trío) que adaptó 
        en la Argentina los preceptos del rock independiente norteamericano (sin 
        circuito independiente norteamericano). En La música, 
        los hermanos Aldana reaccionan con asco y poesía ante la saturación 
        mediática de los discos chatarra y ¿también a los 
        del rock stone futbolero? En cualquier caso, debería aceptarse 
        que alguien tenía que hacerlo.  
        La frase: La música que escuchan todos, yo no la escucho 
        y está sonando. 
        Envasado en: Abrecaminos (1999). 
        Arbol genealógico: Pixies, Nirvana. 
        Podrían haber sido: 69, No me importa 
        morir, La tetona. 
         
      Mi 
        enfermedad 
        Fabiana Cantilo 
        Una clásica canción perfecta de Andrés Calamaro (por 
        entonces, autoexiliado en España) se convirtió en el único 
        gran éxito de Fabiana Cantilo a lo largo de su carrera. En el 92 
        era difícil pasar un día sin escucharlo. Las hinchadas ya 
        lo cantaban en la cancha cuando el propio Diego lo eligió como 
        banda sonora de su primer regreso al fútbol (Sevilla, 1992). Mi 
        enfermedad también atrajo la atención del público 
        argentino sobre Los Rodríguez, que habían editado su primer 
        disco solamente en España. A partir de ahí, la fiebre Calamaro 
        empezó a aparecer. 
        La frase: Soy el remedio sin receta y tu amor, mi enfermedad. 
        Envasado en: Algo mejor (1992). 
        Arbol genealógico: Lou Reed, Beatles, Moris. 
        Podrían haber sido:  
         
      El 
        aguante 
        Charly García 
        Say No More, el alter ego desenfrenado y decadente de García, explota 
        en esta exhibición atroz de rock cavernícola. Un agradecimiento 
        al buen entornus y a las estoicas víctimas de noches de conciertos 
        suspendidos y karaokes interminables. E incluso se la puede entender como 
        la institucionalización de una palabra que define la década 
        (ya había inspiración para el título de programa 
        futbolístico en donde los hinchas emiten toda clase de opiniones 
        y profieren amenazas, declaraciones de amor, etc.) La máxima estrella 
        del rock argentino termina así una década agitada, en la 
        que más de una vezcaminó por la cornisa. En realidad, terminó 
        con lo peor de los noventa para el No: Carlos & Carlos en Olivos. 
        La frase: Y si no te gusta te podés matar/ éste 
        es el aguante/ éste es mi lugar. 
        Envasado en: El Aguante (1998). 
        Arbol genealógico: Chuck Berry, Marilyn Manson y la hinchada 
        de Morón. 
        Podrían haber sido: Estaba en llamas cuando me acosté, 
        Cuchillos, Chipi chipi. 
         
        Juguetes perdidos 
        Patricio Rey y sus 
        Redonditos de Ricota 
        Está bien: Mi perro dinamita y Un poco de amor 
        francés sonaron hasta en los lavarropas, pero cualquiera 
        que haya ido a alguno de los shows de los Redondos desde que se editó 
        Luzbelito, sabe que éste es el primer single de una hipotética 
        banda de sonido del road movie ricotero de esta década. El tema 
        incita a desplegar banderas y bengalas, y las bandas responden en consecuencia. 
        Un momento único y digno de verse en cualquier show de Patricio 
        Rey. 
        La frase: Este asunto está ahora y para siempre en 
        tus manos, nene. 
        Envasado en: Luzbelito (1996). 
        Arbol genealógico: Pink Floyd, Blas Parera. 
        Podrían haber sido: Mi perro dinamita, Un 
        poco de amor francés, Gualicho.  
         
        Hacelo por mí 
        Attaque 77 
        Era una canción desesperada y romántica. Tenía una 
        melodía adhesiva y un estribillo contundente, que definieron como 
        se podía llegar al romanticismo suburbano mejor entendido. Tenía 
        destino de hit y lo fue, incluso antes de que Pergolini la usara para 
        bautizar su programa dominguero, concebido (y fallido) como la versión 
        rocker de Ritmo de la noche. La sobreexposición hizo 
        que hasta sus autores la odiaran y se negaran a tocarla en vivo. Después 
        de ese éxito abrumador, Attaque vivió su peor momento. Todos 
        culparon a la canción pero, ¿quién no la recuerda 
        con cariño?  
        La frase: No me mires a los ojos que me muero, yo me muero 
        de dolor. 
        Envasado en: El cielo puede esperar (1990). 
        Arbol genealógico: Ramones, José Luis Perales. 
        Podrían haber sido: Espadas y serpientes, Otras 
        canciones. 
         
        La guitarra 
        Los Auténticos Decadentes 
        Incomparables, Los Decadentes sonaron en todas las fiestas de esta década 
        y fueron, por lejos, los favoritos de las hinchadas de fútbol. 
        Y aquí está lo mejor de ellos: una melodía irresistible, 
        una letra capaz de despertar la más ingenua rebeldía adolescente 
        en el oficinista más gris, y un video con la actuación estelar 
        de Guillermo Nimo en camiseta como el viejo. Elbarrio, la 
        cerveza, la guitarra, la fiaca, la picardía. ¿Qué 
        más se podía pedir?  
        La frase: Quiero tocar la guitarra todo el día y que 
        la gente se enamore de mi voz. 
        Envasado en: Mi vida loca (1995). 
        Arbol genealógico: Los Campaneli, Luis Sandrini, Mingo y 
        Anibal. 
        Podrían haber sido: Los piratas, Loco 
        (tu forma de ser), Cómo me voy a olvidar. 
         
      D-Generación 
        Babasónicos 
        Nirvana se había encargado de sacar a la superficie la efervescencia 
        del rock alternativo y el sur del Gran Buenos Aires olía a espíritu 
        adolescente. Asomaban un nuevo sonido y una nueva actitud: llegaban los 
        desfachatados sónicos. De aquella escena respaldada por Soda Stereo 
        (invitó a algunas bandas a abrir los shows de Obras, en 1992), 
        los Babasónicos, creadores del primer manifiesto generacional de 
        la década, probaron ser también los únicos sobrevivientes 
        de aquella movida y ahí siguen, en pie.  
        La frase: Mi generación hoy se caga en tu opinión. 
        Envasado en: Pasto (1992). 
        Arbol genealógico: Stone Roses, My Bloody Valentine, The 
        Who. 
        Podrían haber sido: Viva Satana, Desfachatados. 
         
      Seguir 
        viviendo  
        sin tu amor 
        Luis Alberto Spinetta  
        Para el Flaco, buena parte de los noventa fue de reclusión y hermetismo. 
        Sin embargo, su primer trabajo de la década le había permitido 
        volver a la consideración masiva. En especial gracias a este hit 
        delicado y delicioso, que le cantaba al amor con simpleza y poesía. 
        El video de la canción era minimalista y bello: primer plano de 
        Luis cantando y un láser azul sobre la cara. Un momento inolvidable: 
        Spinetta invitó a Cerati, Zeta y Fito Páez a unírsele 
        en el tema en un concierto gratuito en la 9 de Julio. Tuvieron que repetirlo. 
        La frase: Y si acaso no brillara el sol/ y quedara yo atrapado 
        aquí/ no vería la razón de seguir viviendo sin tu 
        amor. 
        Envasado en: Pelusón of Milk (1991). 
        Arbol genealógico: Almendra, Paul McCartney, Spinetta. 
        Podrían haber sido: Cheques, Jardín 
        de gente. 
         
      Siempre 
        acampa 
        Peligrosos Gorriones 
        Agrupados livianamente dentro del malón sónico y elegidos 
        revelación por el No en 1992 por un soberbio primer disco, aquellos 
        jóvenes platenses tenían vitalidad, melodía y, sobretodo, 
        muy buenas canciones. Aquel debut, producido por Zeta Bosio, presentaba 
        a un letrista talentoso, algo díscolo y oscuro: Francisco Bochatón. 
        Aunque el estribillo dice la armonía siempre acampa y es 
        mi amiga la alegría, esta canción es un catálogo 
        de atrocidades. Ahora Bochatón solista que ojalá no 
        quede en la historia como un Bichi Borghi del rock apunta a concretar 
        aquella promesa de gran songwriter, hasta ahora trunca. 
        La frase: Los perros se pudren en compotas, los trenes se 
        amputan de gangrena. 
        Envasado en: Peligrosos Gorriones (1992). 
        Arbol genealógico: Pixies, Nirvana, Don Cornelio y La Zona. 
        Podrían haber sido: Bicho reactor, Rayo 
        de amor. 
         
      Perra 
        Viejas Locas  
        Despecho tanguero-misógino en la década del tetra brick, 
        escupido por un pibe de Piedrabuena que fuma porro, escucha a sus Majestades 
        Satánicas y reivindica lo suyo como rock obrero. Viejas 
        Locas representa una nueva generación stone argentina (de afuera 
        los llaman los viejita), más cerca del idealismo suburbano 
        (en verdad, Jagger sólo conoció algunos barrios bajos por 
        fotos) que del glamour y el deseo de estrellato de los Ratones Paranoicos. 
        Otra vez se derriban las barreras entre público y artistas: todos 
        visten jardinero, pañuelito al cuello y peinan flequillo.  
        La frase: Ahora tengo un problema, un problema mental. 
        Envasado en: Hermanos de sangre (1997). 
        Arbol genealógico: Rolling Stones, Julio Sosa. 
        Podrían haber sido: Mi flor, Me gustas 
        mucho. 
         
        De Música ligera 
        Soda Stereo 
        Empezaba la década y Soda Stereo ya era la banda de rock más 
        grande de Latinoamérica. El cierre de la Gira Animal fue en el 
        estadio de Vélez (la primera vez que una banda argentina se presentaba 
        allí). He aquí pura energía de pop psicodélico, 
        con un video que llevaba al extremo el reciclaje ochentoso del flower 
        power (parodiado luego por Kapanga en su clip de Ahí viene 
        Ramón, para gracia del propio Cerati). Eso era Soda a principios 
        de los noventa: una superbanda de rock editando un disco a la altura (y 
        más allá) de las expectativas, con una canción que 
        se pegó para siempre.  
        La frase: Nunca sorteé las trampas del amor. 
        Envasado en: Canción animal (1990). 
        Arbol genealógico: The Cure, Stone Roses, Pescado Rabioso. 
        Podrían haber sido: Canción animal, Primavera 
        0. 
         
      Sin 
        documentos 
        A. Calamaro / Los Rodríguez 
        Fue el primer hit de Los Rodríguez que sonó en la Argentina 
        en boca de Andrés Calamaro, puesto que Mi enfermedad 
        se había hecho famoso en la versión de Fabiana Cantilo (ver 
        aparte). Radicado en Madrid, el Bob argentino dejaba traslucir la influencia 
        de la música española (especialmente de la rumba) en su 
        universo de compositor pop del rock nacional. Más adelante, la 
        misma fórmula le dio nuevos éxitos, pero nunca creó 
        un riff de guitarra tan explosivo como éste. Para la historia. 
        La frase: Buscando tu sonrisa estaría toda mi vida. 
        Envasado en: Sin documentos (1993). 
        Arbol genealógico: Kiko Veneno, Ketama, Los Gatos. 
        Podrían haber sido: No se puede vivir del amor, 
        Flaca, Palabras más, palabras menos, Salud, 
        dinero y amor. 
         
        Blues 
        de Bolivia 
        La Renga 
        La canción casi desata un conflicto diplomático con Bolivia, 
        aunque La Renga tomaba como una celebración el siempre anhelado 
        por algunos viaje de iniciación al país vecino. 
        Pero, claro, el embajador boliviano no entendía de estas cosas 
        y se molestó por la directa relación entre su país 
        y las drogas (que vacer, vieja...), entonces el trío de Mataderos 
        se disculpó públicamente y explicó que se había 
        inspirado en la película Expreso de medianoche. Eso no empañó 
        el hecho de que cada vez que el tema (que de blues no tiene nada) suena, 
        se desate una fiesta. Para los rengos, queda claro que una cosa es una 
        cosa y otra cosa es otra cosa: la marihuana, de los pibes, y la cocaína, 
        de los poderosos. 
        La frase: Cocaína cocaína se la toman los de 
        arriba, cocaína marihuana prenden fuego y no queman nada. 
        Envasado en: Bailando en una pata (1996). 
        Arbol genealógico: Creedence Clearwater Revival, La Pesada 
        del Rock and Roll. 
        Podrían haber sido: La nave del olvido, El 
        rebelde, Negra mi alma, negro mi corazón. 
       Sólo 
        por ser indios 
        A.N.I.M.A.L. 
        Alguna vez Marcelo Corvalán contó que el hecho de convertir 
        en siglas el nombre de la banda (Acosados Nuestros Indios Murieron Al 
        Luchar) los condicionó a abordar la temática aborigen. De 
        alguna manera, y casi sinproponérselo, eso definió el estilo 
        de la aparición más popular del metal argentino de los 90. 
        El heavy que acepta la intromisión del hardcore, el hip hop, la 
        ropa Adidas y guiados por el Dios Sepultura no se olvida de 
        la miseria latinoamericana ni de sus primeros habitantes. Bien correcta. 
         
        La frase: Herederos del tiempo/ forzados a ser guerreros. 
        Envasado en: Fin de un mundo enfermo (1994). 
        Arbol genealógico: Sepultura, Biohazard, Ruben Patagonia. 
        Podrían haber sido: Lejos de casa, Loco 
        pro, Chalito. 
       El 
        arriero 
        Divididos 
        La fusión entre rock y folklore sonó mejor que nunca en 
        esta versión de un clásico de Atahualpa Yupanqui. La aplanadora 
        define su personalidad con La Era de la boludez, su disco más exitoso: 
        chacareras hendrixianas, reggae, trash, bombos legüeros. Todo. No 
        es casualidad que el disco lo haya producido Gustavo Santaolalla, pionero 
        con Arco Iris de la mezcla de ritmos autóctonos y rock. Pero Mollo, 
        Arnedo y Gil Solá la llevaron a la masividad: en un año, 
        tocaron trece veces en Obras y la poesía de un grande de verdad 
        llegó a las bandas.  
        La frase: Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas. 
        Envasado en: La era de la boludez (1994). 
        Arbol genealógico: Atahualpa Yupanqui, Jimi Hendrix. 
        Podrían haber sido: Qué ves, Ala 
        delta, El 38, Qué tal. 
       Maradó 
        Los Piojos 
        Después del Santa Maradona de Mano Negra, he aquí 
        el mejor tributo local al icono más grande de la historia del fútbol 
        pasión de multitudes. Si es que existe eso del rock futbolero, 
        Maradó es el primer hit explícito, autorreferencial 
        a más no poder y acabado del género. Y Los Piojos, 
        sus más inspirados representantes. Todo aquello se concretó 
        cuando el 10 subió al escenario de Obras, este año. El candombe, 
        el rocanrol, y la historia del héroe conflictuado y usado que llega 
        a lo más alto y no consigue lidiar con el éxito. En escala, 
        algo parecido le pasó a Los Piojos con el suceso de Tercer Arco, 
        que vendió 180 mil copias.  
        La frase: Viene el río del hambre y la sed/ y ya no 
        hay goles que den de morfar. 
        Envasado en: Tercer arco (1996). 
        Arbol genealógico: Rolling Stones, Jaime Roos, Héctor 
        Gagliardi. 
        Podrían haber sido: El farolito, Verano 
        del 92, Ando ganas (Llora llora). 
       Rock 
        del pedazo 
        Ratones Paranoicos  
        Construido sobre un ritmo cuadrado y tan simple como su letra, la canción 
        describe un trip nocturno y ansioso de alguien en busca de... lo que todos 
        imaginan (que no aparece). Aunque la canción repite la fórmula 
        típica de los Ratones o sea, rock stone, se convirtió 
        en un gran éxito para la banda, tarareado incluso por los caretas. 
        Era sólo rocanrol, pero... Además: ¿quién 
        no paso por un trance semejante? Decir si yo ya puse plata, 
        suena verdaderamente conocido.  
        La frase: Hace dos horas que ando tras un poco de grass. 
        Envasado en: Fieras lunáticas (1991). 
         Arbol genealógico: Rolling Stones. 
        Podrían haber sido: Vicio, La nave. 
         
      Dale 
        alegría  
        a mi corazón 
        Fito Páez 
        Los fantasmas los había exorcizado casi todos en Ciudad de pobres 
        corazones. Cuando compuso y grabó Tercer Mundo, Fito Páez 
        todavía no era una superestrella, pero ya se perfilaba como tal. 
        Y esta plegaria era el síntoma de esperanza más claro. Aunque 
        el rosarino aclaró que la canción no había sido compuesta 
        pensando en él, una foto de Maradona ilustraba la letra dentro 
        del librito del cd y el vinilo. Entonces se la asoció para siempre 
        con Diego: musicalizaba todo clip televisivo dedicado al 10, y notardó 
        en llegar a las tribunas. Fue, por ejemplo la banda de sonido oficial 
        del campeonato que Boca logró en 1992, después de 11 años 
        de abstinencia.  
        La frase: Y ya verás, las sombras que aquí 
        estuvieron no estarán. 
        Envasado en: Tercer Mundo (1991). 
        Arbol genealógico: Paul Simon, Sting, Spinetta. 
        Podrían haber sido: Un vestido y un amor, Tercer 
        Mundo, Mariposa technicolor. 
         
      Mandela 
        Todos Tus Muertos 
        Esta canción antiapartheid es el manifiesto personal del único 
        negro argentino que se metió al rock de lleno, Fidel Nadal, y también 
        una muestra de su utópica visión de cambios inmediatos (esto 
        acelera la revolución y los obreros van a la huelga). Para 
        Todos Tus Muertos, los noventa fueron años de consolidación 
        y crecimiento, en especial en cuanto a sus giras por América y 
        Europa (con cierto padrinazgo de Manu Chao y conexiones con el vasco Fermín 
        Muguruza). 
        La frase: Si no me creés, me chequeás los cromosomas, 
        me chequeás los genes(acentuado en la última sílaba) 
        Envasado en: Dale aborigen (1994). 
        Arbol genealógico: Mano Negra, The Clash, Daniel Viglietti. 
        Podrían haber sido: Trece, Mate. 
         
      Avanti 
        morocha 
        Caballeros de la Quema 
        Al galope de una melodía triunfal, condensó toda la poética 
        barrial y canyengue de Iván Noble. Todo lo que vino después 
        es historia. Una de las más pintorescas entre los casos de rockeros 
        argentinos que excedieron el cerco especializado. Pero la 
        bonita canción de amor estival saturó una vez que se hicieron 
        públicos los revolcones del rockero pelilargo (como 
        llamaba el periodismo de chimentos a Noble) con la morocha más 
        brava de la tele. Seguro que Lucho nunca había escuchado Patri. 
         
         La frase: Mi casa es un desastre sin tu risa. 
        Envasado en: La paciencia de la araña (1998). 
        Arbol genealógico: The Jam, Dyango. 
        Podrían haber sido: Carlito, Patri, 
        No chamuyés. 
         
        Gil trabajador 
        Hermética 
        El héroe de la clase trabajadora del metal argentino y su manifiesto 
        contra la patronal. Una descripción inspirada de los asados obreros 
        sobre la vereda en la gran urbe (el tormento del vino artificial, 
        y su atmósfera parrillera) y un repaso por las penurias cotidianas 
        de la clase proletaria. Ricardo Iorio se erige aquí, definitivamente, 
        en el caudillo de la vieja legión heavy nacionalista. Y se ocupará, 
        cada vez que pueda, de diferenciarse de la nueva generación carnera 
        de la música pesada local (con la anécdota de su guerra 
        verbal contra A.N.I.M.A.L.).  
        La frase: Mientras el mundo policía y ladrón 
        me bautiza sonriendo, gil trabajador. 
        Envasado en: Acido argentino (1992). 
        Arbol genealógico: José Larralde, Black Sabbath. 
        Podrían haber sido: Cambalache, El pibe 
        tigre. 
         
        León 
        Gieco 
        Guía espiritual 
        Cualquiera que haya vivido más o menos de cerca la historia del 
        rock popular argentino en los noventa, no debería tardar más 
        de tres segundos en mencionar al padrino de la generación. Si la 
        respuesta es León Gieco, es correcta. El abuelo de Cañada 
        Rosquín, propagador del folklore dentro de la cultura rock y viceversa, 
        no sólo es el intocable, sino que fue quien registró en 
        una canción el antiimperialismo de este tiempo, en boca de los 
        máximos representantes de eso que se dio en llamar rock barrial. 
        Por eso El Embudo (Homenaje a la Patagonia), incluida en Orozco 
        (1997), es la síntesis documental exacta. Los tres Divididos hacen 
        de banda, y cantan Gustavo Santaolalla, Iván Noble, Chizzo, Ricardo 
        Iorio, Mollo, Mercedes Sosa (especie de Matrona intocable de la camada, 
        algo así como la mujer de Don Corleone) y Gieco, claro. La letra 
        es de Marcelo Berbel y predica casi sin metáfora la filosofía 
        nacional y popular: Seguimos siendo colonia de la gallina de arriba, 
        federalismo mentira desde que tengo memoria... Allá se inventa 
        la historia/ aquí se escribe con sangre, mas vienen de tarde en 
        tarde, en víspera de elecciones, a prometer soluciones que ya no 
        engrupen a nadie. La versión en vivo más recordada 
        es la de los conciertos que las Madres de Plaza de Mayo convocaron en 
        Ferro en el 97. El círculo cierra con las colaboraciones 
        de Gieco en los shows de A.N.I.M.A.L.: el trío lo venera cada vez 
        que puede, e interpreta con él Cinco siglos igual, 
        un bella canción que reivindica la vida en las Américas 
        precolombinas y repudia la conquista europea. Otro símbolo. 
       
        
         
         
         
         
      
       
         
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