Prolongar la vigencia de un estilo, una manera de hacer música sostenida durante casi una década de trabajo compartido. En torno a esa idea, sin su mentor, el Jorge López Ruiz Cuarteto se empecina en continuar su historia. A seis meses de la partida del inolvidable contrabajista, compositor y arreglador, los integrantes del cuarteto que se formó en 2010 proponen un ciclo de conciertos que durante los viernes de junio contará con la participación de algunos de los mejores contrabajistas de la escena local. “No pensamos en reemplazos ni mucho menos, por eso continuar con el cuarteto se hacía complicado. Entonces pensamos que sería bueno convocar a varios contrabajista y que este reencuentro del cuarteto más que un homenaje sea una celebración”, explica a Página/12 Cecilia López Ruiz, hija de Jorge. Este viernes en Notorious (Callao 966), Cecilia, cantante, junto a Jorge Cutello (saxo, flauta y voz), Tomás Fraga (guitarra) y Germán Boco (batería), recibirán a los contrabajistas Horacio “Mono” Hurtado y Nicanor Suárez, en el segundo encuentro del ciclo que en su primera noche tuvo a Jerónimo Carmona y Andrés Pellican.

Para las próximas fechas del ciclo se anuncia la presencia de Pablo Motta y Juan Bayón (el 21) y Ezequiel Dutil con Juan Pablo Navarro (el 28). “A cada invitado le ofrecimos para que elija lo que le gustaría tocar entre los arreglos que había hecho mi viejo para el cuarteto y así fuimos armando los temas de cada noche”, explica Cecilia. “El repertorio del cuarteto fue siempre muy variado y esa idea se refleja también en el hecho de que lo formó con músicos de distintas generaciones. Por ejemplo, entre Tomás (Fraga) y Jorge (Cutello), hay más de cuarenta años de diferencia, y eso se escucha y enriquece su sonido”, señala la cantante.

“El ‘Flaco’ fue un tipo muy inquieto y muy curioso, nunca se quedó en un estilo, se movió en todo el espectro del jazz y más allá”, interviene Cutello. “Sobre esa impronta este cuarteto es muy ecléctico y eso nos permite incluir además temas de Astor (Piazzolla) y cosas de la música brasilera”, agrega el saxofonista, decano del cuarteto y amigo de Jorge desde la década del ‘60. “La primera vez que tocamos juntos fue en un restaurante de Cabildo y Mendoza, donde él tocaba el trío de Baby López Furst y me invitó. Desde entonces fuimos muy amigos y compartimos innumerables experiencias. En CBS era el arreglador fundamental y continuamente nos convocaba a muchos de los instrumentistas que trabajábamos en Buenos Aires para grabar. Años después nos encontramos en Estados Unidos y más recientemente, en 2010, me convocó con la idea de formar el cuarteto. A pesar de los cambios de época y los sismas en la música argentina, seguimos estando juntos”, dice Cutello y concluye: “De él recuerdo lo que recuerdan muchos: un walkin’ formidable con el instrumento, y un gran sentido del humor”.