Las autoridades de seguridad mexicanas no investigan, torturan. Así habrían actuado al menos en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos. La evidencia está en un video que circuló por redes sociales donde aparece un joven sentado, aparentemente maniatado, y con los ojos vendados. Detrás de él hay una persona con uniforme, presuntamente un policía ministerial de la Fiscalía federal, con una bolsa en las manos. Las presuntas autoridades le hacen preguntas y un minuto más tarde le ponen la bolsa en la cabeza, la cierran y la estiran. 

Según informó el diario mexicano La Jornada, el joven detenido que aparece en el video sería Carlos Santo. El expediente del caso Ayotzinapa afirma que Santo fue privado de su libertad el 22 de octubre de 2014 en Iguala por agentes de la policía ministerial y efectivos de la Secretaría de la Marina. Esto fue casi un mes después de la desaparición de los 43. Eran los primeros días de la investigación y la Fiscalía Federal había asumido la dirección del caso hacía apenas dos días, después de que la Fiscalía de Guerrero fuera aparatada por varias críticas. 

El video no parece destapar algo oculto sino confirmar un accionar que fue denunciado desde el primer momento en que empezaron las investigaciones del caso. Es más, en marzo de 2018 el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos publicó un informe en el que aseguraba que al menos 34 detenidos en el marco de la investigación de Ayotzinapa habían sido torturados. En 23 de los casos los detenidos señalaban como torturadores a agentes de la policía ministerial, vinculada a la Fiscalía Federal. Santo también los había acusado. 

Hace cuatro años, los 43 estudiantes de la escuela rural se dirigían en colectivo a Iguala, en la provincia de Guerrero, para recaudar fondos y asistir a la movilización que recuerda a los estudiantes asesinados en Tlatelolco en 1968. La versión oficial que ofreció el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto, afirma que los jóvenes habrían sido atacados y detenidos por policias municipales y luego entregados al cártel criminal de Guerreros Unidos, quienes los habrían incinerado en la ciudad contigua de Cocula. Sin embargo la versión de la familia y varios de los interrogados en la investigación apunta a que un grupo de estudiantes habría sido llevado a una casa en Mezcala, el sur de Guerrero.  La declaración de Santo en el video sostiene esa hipótesis. El policía ministerial le pregunta: “¿Dónde crees que se los llevaron, cuántos dices que se llevaron ahí?” y él contesta: “A Mezcala, fácil se llevaron a 12 o 13. Iban sentados en camionetas”. “¿Dónde se los entregaron?”, dice la voz, sugiriendo que los que se llevaron a ese grupo de estudiantes de Iguala luego se las entregaron a otras personas. “En Tomatal”, contesta. Una de las salidas de Iguala rumbo a Mezcala. 

Estos 12 o 13 estudiantes serían parte de los pasajeros de uno de los cinco colectivos que ocuparon los 43 aquella tarde en Iguala, concretamente el Estrella de Oro 1531. Según el expediente, policías de Iguala agredieron a los estudiantes, los obligaron a bajarse del micro y luego a subirse a los patrulleros que los habrían llevo rumbo a Mezcala, último lugar en el que habrían estado con vida. 

La voz de la persona que aparece interrogando en el video es la de Carlos Gómez Arrieta, entonces encargado de la policía federal ministerial y hasta ayer subsecretario de Seguridad del estado mexicano de Michoacán. Según afirma el diario español El País, la comisión presidencial del actual gobierno que investiga el caso Ayotzinapa supo del vídeo hace unos días. Al oír la voz habrían encargado un peritaje para confirmar si era Gómez Arrieta algo que a los pocos días fue confirmado y ayer el funcionario presentó su renuncia.