La socia fundadora de Cambiemos Elisa Carrió volvió anoche los sets de televisión oficialistas luego de un pequeño recreo. Cómoda con las declaraciones provocadoras, la líder de la Coalición Cívica se despachó anoche en TN con una defensa de los condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar: "Me gustaría una ley que pueda habilitar la revisión de muchos juicios injustos, sin debido proceso legal, contra militares que no tuvieron nada que ver", disparó ante la mirada atenta de Joaquín Morales Solá, columnista del diario La Nación, uno de los últimos medios nacionales que todavía defienden la represión.

A menos de 40 días para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, la diputada oficialista retomó sus declaraciones públicas luego de haber protagonizado varios escándalos en las campañas de Córdoba y Santa Fe, dos provincias en las que Cambiemos obtuvo malos resultados. En una entrevista en la señal del Grupo Clarín, la chaqueña aclaró que los represores a los que pretende liberar eran jóvenes durante su participación en la dictadura: "los que tenían 18 años y están condenados sin pruebas. ¿Cómo un cabo de 19 años puede desobedecer a (Cristino) Nicolaides?", dijo sin dar demasiados detalles.

Respecto del ex jefe del Ejército, César Milani, la chaqueña ensayó una justificación para dejarlo afuera de su pedido de libertad para los genocidas. Sostuvo que "cometió delitos de lesa humanidad, ellos eran tenientes y capitanes, yo hablo de chicos que tenían 19 años y eran cabos". En verdad, Milani, apartado del cargo en 2015 y detenido desde 2017, era subteniente y tenía 22 años al momento de los hechos que se le acusan.

Además de utilizar la palabra "venganza" para referirse al proceso de memoria, verdad y justicia, la diputada se explayó sobre las causas por corrupción contra el kirchnerismo. Dejando de lado su discurso sobre la independencia del Poder Judicial, la diputada adelantó que si Mauricio Macri es reelecto y "la República se consolida va a haber condenas" para los acusados del gobierno anterior. En contraposición, reiteró que ella "va a ir presa" si gana Cristina Fernández de Kirchner.

Cómo si se tratara de un gesto de humanidad pidió a la Justicia que Florencia Kirchner sea apartada de las causas judiciales: "Yo les pido a todos los jueces que tengan una consideración con la hija de Cristina (Florencia Kirchner) porque ella no sabe nada de nada", consideró.

Sobre el escenario electoral, la dirigente ensayó una defensa de la postulación como precandidato a vicepresidente de Miguel Pichetto, doce años jefe del bloque del Frente para la Victoria en el Senado. Calificó al dirigente peronista como "uno hombre duro, serio, estamos en las antípodas pero dictamos las mejores leyes constitucionales". Para rematar, aseguró que ella pretende un "peronismo republicano". "Yo no soy gorila", insistió.

La líder de la Coalición Cívica no dejó pasar la oportunidad para repetir el latiguillo de campaña sobre el futuro en caso de un triunfo opositor. "Nadie quiere invertir seriamente en Argentina hasta que no esté corroborada la victoria de Macri, porque si viene Cristina (Fernández de Kirchner) vamos a (el presidente de Venezuela Nicolás) Maduro, con la mitad de Argentina exiliada", disparó.

Para referirse a la situación económica, Carrió recurrió al humor. "Estamos en un momento muy difícil, pero se está estabilizando. Ya estamos mejorando. Por ejemplo, pude comprar los colchones en 12 cuotas", sostuvo en una mezcla de risas y promesas gastadas de un futuro mejor.