Adiós al tratado firmado por Reagan y Gorbachov. El presidente ruso, Vladimir Putin (foto), promulgó ayer una ley que ratifica la salida de Rusia del tratado INF (por sus siglas en inglés, sobre la eliminación de misiles balísticos y de crucero con bombas nucleares o convencionales de medio y corto alcance.

Este paso es la respuesta a una medida adoptada en febrero por Washington, mediante la que Estados Unidos suspendía el cumplimiento de las obligaciones relacionadas con el INF. El gobierno del presidente Donald Trump justificó su decisión por la negativa rusa de destruir un misil de crucero que, según la Casa Blanca, violaba el tratado. Rusia desmintió categóricamente las supuestas violaciones del acuerdo y prometió una respuesta que calificó de simétrica. Poco después Rusia anunció que también abandonaría el tratado.

A pesar de la promulgación de esta ley, Putin afirmó que su país se reserva el derecho a, en el futuro, reanudar el tratado, explicaron fuentes rusas citadas por el portal de noticias Sputnik. El mandatario ruso, prometió, además, que no desplegaría armamento que viola el INF, es decir, que tiene un alcance de más de entre 500 y 5.500 kilómetros, ni en la parte europea de Rusia ni en otras zonas del mundo, mientras no lo haga Washington.

El Tratado INF, firmado por el presidente estadounidense Donald Reagan y el secretario general del partido comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) Mijaíl Gorbachov el 8 de diciembre de 1987, puso fin a las tensiones que por entonces había por la instalación de misiles de la hoy disuelta URSS y de Estados Unidos en bases en Europa. El documento estableció la destrucción de toda una clase de misiles, al prohibir a las partes crear, probar y emplazar misiles balísticos y de cruceros terrestre de alcance medio (de 1.000 a 5.500 kilómetros) y alcance corto (de 500 a 1.000 kilómetros), así como sus lanzaderas.