Con el título Indie Woman, publicó muy recientemente la San Diego State University una investigación que arroja alentadores resultados sobre la participación de las mujeres en el mundillo del cine independiente. Resulta que, en Estados Unidos, ellas están haciendo más películas indies que nunca, y con cada realizadora tras un proyecto, aumentan las guionistas, editoras, camarógrafas fichadas para su respectivo hacer. Así lo asegura el mentado estudio, que analizó enjundiosamente los créditos de a razón de mil cintas presentadas en 22 festivales entre el pasado julio y este mes; festivales de renombre como el Tribeca, el A.F.I., el Sundance, y así. 

“Después de muchos años de toparnos con números obstinadamente estancados, este año observamos por fin un aumento saludable de muchachas en roles clave detrás de escena”, se alegra Martha M. Lauzen, directora del Center for the Study of Women in Television and Film de la universidad, a cargo de la investigación. Pronto subrayando lo que ha tildado de salto histórico: mientras en la década pasada las mujeres estaban apenitas por encima del 20 por ciento en promedio en puestos de peso (dirección, producción, guión, cámara, edición), ahora orillan el 35 por ciento. A las pruebas se   remite, con cintas como The Farewell, de Lulu Wang; Clemency, de Chinonye Chukwu; Late Night, de Nisha Ganatra; cintas que para mejor, están haciendo significativas olas. 

Se pormenoriza en el trabajo que, del total de pelis analizadas del último año, el 33 por ciento era de realizadoras. En el 32 por ciento de los casos, intervinieron guionistas. En el 37 por ciento, productoras. En el 29, editoras. En todos los casos, varios puntos por encima de años anteriores. “A pesar de estos avances, es importante tener en cuenta que las películas independientes emplean a más del doble de hombres que de mujeres (68 por ciento frente al 32) en roles clave detrás de escena”, aclara raudamente Lauzen. Evidentemente, la paridad está lejos aún, pero avanzar, se avanza. Los datos invitan al optimismo, remarcando además cierta mencionada actitud sorora: en las películas dirigidas por mujeres, las guionistas representan el 72 por ciento, y las editoras, el 45 (nótese la diferencia con aquellas dirigidas por varones, donde las guionistas arañan el 11 por ciento; y las editoras, el 21).