Blanco de todas las miradas por la filtración de las escuchas, el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia, Gustavo Arribas, y su segunda, Silvia Majdalani, radicaron ayer en Comodoro Py una denuncia. Pidieron que se investigue una supuesta “filtración de información secreta”, pero no relativa a las intervenciones telefónicas, sino a cuestiones que Arribas dijo en una presentación en el Congreso y que fueron difundidas por Cristina Kirchner en su cuenta de Twitter. Según denunciaron, la ex presidenta habría cometido un delito penal al revelar en esa red social parte del contenido de la comparecencia del titular de la AFI ante la Comisión Bicameral de Inteligencia, el 2 de febrero. Ese día, el ex representante de jugadores de fútbol y amigo del Presidente fue citado al Congreso para dar explicaciones sobre su vínculo con el prestamista  Leonardo Meirelles, quien lo involucró con el pago de coimas de la constructora brasileña Odebrecht en el país. CFK, entre otras cosas, tuiteó que “no solo no aparecieron los papeles sino que Arribas declaró hoy en la Bicameral que el dinero que recibió del cambista de Lava Jato no fue por la venta de un departamento sino de los muebles de adentro”.