James Kerr, autor del libro Legado, 15 lecciones sobre liderazgo, basado en su experiencia personal con los All Blacks, hermanos mayores de los Crusaders que le acaban de ganar la final del Súper Rugby a los Jaguares por 19 a 3, convivió con jugadores, cuerpo técnico y directivos del seleccionado neozelandés durante 2010. Por esa convivencia Kerr entendió que el resultado deportivo debe partir de conceptos prácticos que, generación tras generación, se continúen al pie de la letra. Por eso Legado es, al mismo tiempo, un trabajo sobre "qué nos enseñan los All Blacks sobre la empresa de vivir".

Apasionado por el rugby, Kerr escribió en los 90 sobre los Kangaroos, de Australia. "Pero siempre quise escribir sobre los All Blacks, que es mi verdadero equipo. Para nosotros, los de Nueva Zelanda, son Dios. No hay nada mejor que los All Blacks. Y escribir este libro, con acceso a todas las áreas de los All Blacks, fue un sueño cumplido", explicó durante una de sus visitas a Buenos Aires convocado por el coach ontológico especializado en deportes de alto rendimiento Alejandro Oneto Gaona.

"La esencia del legado All Black se basa en la excelencia, la humildad y que los líderes generen líderes", resume Kerr, quien se convirtió en un referente mundial para quienes se interesan por el liderazgo. En Legado, Kerr insiste en la importancia de ver desde un punto positivo aquello que nos sucede: "A dónde dirijamos la mente se dirigirán los pensamientos, que crean una emoción que será determinante en nuestro comportamiento, el cual a su vez definirá nuestro desempeño. Por eso hago hincapié en que con los pensamientos podemos manejar las emociones y por ende mejorar los resultados".

"La manera en que se presenta algo, un equipo o una empresa, es fundamental. Pero no sirve de nada si esa presentación queda en eso. Porque lo importante es poner en práctica las cosas. En todo el mundo hay líderes que dan mensajes inspiradores de cambio y quienes los escuchan los felicitan, los admiran. Pero muchas veces esos mensajes se guardan después en un cajón y no se hace nada con ellos. Si no se ponen en práctica, no sirven".

Para Kerr "es necesario en estos tiempos adaptarse a los cambios". Suele citar a Charles Darwin: "No sobreviven las especies más inteligentes ni las más fuertes sino aquellas que saben adaptarse a los cambios". En el ámbito deportivo, cita al Barcelona: "La gente se identifica con aquellos equipos que tienen un propósito, que siguen una causa que vaya más allá de sus mismos integrantes. Barcelona, por ejemplo, juega también por Cataluña, por la libertad. A la gente le interesa más por qué se hace algo que lo que se hace en sí". Kerr resalta que la pertenencia que se genera entre un equipo deportivo y sus seguidores es la misma que puede haber de parte de la gente hacia una empresa o de parte de los empleados que trabajan en un lugar determinado: "Si nuestros valores y creencias están en línea con los valores y creencias de la organización a la que pertenecemos, trabajaremos con más esmero por el éxito".

De aquella experiencia All Black, que volcó en este libro que se ha convertido en un boom editorial, Kerr dijo que aprendió que "los mejores deportistas practican más de lo que juegan". Y explicó que "por más jugadores talentosos que tengamos en un equipo, si no hay disciplina es imposible avanzar. Ser disciplinados es más importante que ser talentosos. El equipo siempre debe ser la estrella".

"La humildad es un valor para los All Blacks. Sus integrantes no hablan de sí mismos. Creo en eso: hay que dejar que sean los otros quienes hablen de nuestras virtudes". Kerr apela en Legado a una frase de Muhammad Alí: "No son las montañas que hay por delante las que te fatigan, si no la piedra en tu zapato". El boxeador le sirvió como ejemplo de la importancia del autoconvencimiento: "El repetirse algo hasta creérselo es muy importante. Alí se proclamó el más grande aún antes de serlo. La repetición de una afirmación lleva a creerla. Las palabras inician revoluciones. Las historias no tienen que ser verdaderas para ser reales. Donde va la mente, va el cuerpo". Y menciona a Mike Tyson: "Una vez dio una entrevista en la Biblioteca pública de New York en la que dijo que hay que cagarla varias veces antes de llegar a la meta. Eso es lo que te hará sentirte más fuerte. Hay que aprender a perder".

Kerr dice haber aprendido que la mejor manera de lograr los objetivos reside en "enfocarse en el aprendizaje". "Cuando un equipo está enfocado en el aprendizaje, los resultados llegan solos". Y destaca la importancia de que "en vez de preocuparnos por lo que pasaría hay que pensar en lo que pasa".

Más allá de las victorias de los All Blacks y de los Crusaders, Kerr repite que "se aprende más de las derrotas que de las victorias". Al fin de cuentas, dice, "el ejemplo no es la mejor sino la única forma de influir en los demás".