El Fondo Monetario autorizó el viernes otros 5400 millones de dólares, pese a que el 76 por ciento de los recursos recibidos desde que firmó el Stand-by el año pasado tuvieron como destino la fuga. “El cumplimiento del artículo VI del Estatuto del FMI es cuestionable dado el nivel acumulado de fuga de dólares durante la concreción de los desembolsos”, señala un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Los datos a mayo (últimos del Banco Central) dan cuenta de una formación de activos Externos acumulada desde igual mes del año pasado totalizó los 27.776 millones de dólares, frente a desembolsos del FMI por el equivalente a unos 38.800 millones de dólares.

“Se trata claramente de un uso irresponsable de los desembolsos toda vez que está en la potestad de las partes solicitar e implementar controles de manera de detener, al menos parcialmente, la fuga de divisas”, advierte el documento del CEPA.

Lo más preocupante es el cronograma de los desembolsos y del repago de esa deuda. El FMI puso a disposición casi el 90 por ciento de los fondos disponibles previo a octubre 2019. En contraposición, a la próxima administración casi la totalidad de los pasivos y tan sólo desembolsos equivalentes a 6700 millones de dólares para el período de diciembre de este año a junio 2021. “Al observar los niveles de riesgo país, y la capacidad corriente de endeudamiento del Tesoro, resulta complejo justificar la perspectiva de un regreso al financiamiento externo en la escala necesaria y con niveles de tasa de interés viables”, concluye el informe del CEPA.