"Me sorprende que haya investigadores que se quejen porque fue un proceso muy competitivo y la evaluación se publicó en la Revista Argentina de Salud Pública", dijo a Página|12 el director de Investigación para la Salud de la Subsecretaría de Políticas, Regulación y Fiscalización del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, Raúl Mejía, minutos antes de la entrega de las becas a los ganadores del programa Salud Investiga, cuyos resultados fueron cuestionados por investigadores de ocho universidades nacionales.

"Se hizo con un mecanismo internacional en el cual las propuestas se dieron a dos evaluadores externos que las calificaron, después se reunieron todos los evaluadores en paneles y discutieron las propuestas y pusieron nota final por voto secreto. Con esos resultados se hizo un ranking, algunos ganaron, otros perdieron. Es un mecanismo transparente y con evaluadores ajenos al Ministerio", detalló. "Es el mismo mecanismo que se usa en Estados Unidos y Canadá, y lo implementamos exactamente igual. Que lo critiquen de turbio es una pena", evaluó el funcionario.

Por otra parte, Mejía negó que hubiera un sesgo en la selección de las propuestas para favorecer al Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), que fundó y presidió hasta su asunción en la función pública el titular de la cartera de Salud, Adolfo Rubinstein.

"Muchos (en el Ministerio) somos investigadores de carrera y renunciamos a los institutos cuando asumimos. Cuando entré deje de trabajar en el CEDES (Centro de Estudios de Estado y Sociedad), y Rubinstein renunció al IECS. Que el hermano este ahí, no es un conflicto de intereses, porque también es investigador. Si no, no puede trabajar nadie. El IECS tiene 30 años, y se dedica a eso, a investigar. Hubo doce lineamientos, y el IECS salió con ocho, con paneles diferentes, evaluadores diferentes y líneas diferentes. La verdad que acusar de favoritismo es una maldad de alguien que perdió".