La empresa Avian presentó este viernes su concurso de acreedores ante la justicia. Se trata de la firma de aviación low cost que el presidente Mauricio Macri había exhibido como “la revolución de los aviones”. La compañía se había presentado anteriormente a un proceso preventivo de crisis en el Ministerio de Producción y Trabajo. En junio había suspendido las operaciones por 90 días para reordenar su plan de negocio.

Los resultados de Avian muestran el fracaso de la economía macrista. Las consecuencias de la desregulación de las actividades del mercado interno terminan siendo la quiebra de las empresas y la pérdida de puestos de trabajo. La empresa Avian había comenzado a operar en el mercado local en 2016, tras comprar la licencia de MacAir Jet, la firma aérea de la familia Macri. Tres años más tardes se presentó a concurso de acreedores con deudas superiores a los 8 millones de dólares y activos congelados por la AFIP.

En la empresa consideran que la convocatoria de acreedores es una estrategia de salvataje. Esto se debe a que el proceso congela los pasivos y los reduce (debido a las quitas que se suelen negociar con posterioridad a esta situación). En la firma aseguraron que buscan un comprador. “La empresa tiene rutas, hangares y dos aviones parados modelo 2017, casi sin uso”, dijeron referentes de lowcost.

Derrape financiero

Avian no depende en forma directa del grupo colombiano Avianca. El entramado financiero permitió colocarla bajo la dependencia de una multinacional brasileña, la cual en diciembre de 2018 se había declarado en bancarrota con deudas por 260 millones de dólares. El derrape en Brasil aceleró la caída de Avian en el mercado local. Los referentes de la compañía aseguraron que las denuncias judiciales y las presiones sindicales fueron otros elementos que provocaron tensiones en la operatoria desde su arribo al país.

A mitad de año, el presidente de la compañía Carlos Colunga había adelantado las dificultades para continuar con los vuelos. “Con los aviones actuales y la competencia que existe resulta inviable continuar con las operaciones en estas condiciones”, afirmó. Señalaba algunos de los problemas para la empresa. “No podemos competir en las condiciones actuales porque en las rutas a Mar del Plata Aerolíneas Argentinas nos pone un vuelo por encima del nuestro, con un jet a un precio más bajo y en 12 cuotas. Es imposible para nosotros competir así”.

Respuesta gremial

La Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) se movilizó a la secretaria de Trabajo para rechazar las maniobras de vaciamiento de la firma de aviación low cost. Se desarrolló una audiencia conciliatoria debido a las irregularidades en el pago de los salarios para tripulantes de cabina, aseguraron en el gremio.

"El parate absoluto de la compañía y los salarios adeudados obligan a una resolución impostergable de las autoridades laborales", planteó Juan Pablo Brey, secretario de Prensa de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).

Números del negocio

Avianca Argentina realizó 4400 vuelos y se transportaron 215 mil pasajeros. La principal oferta de vuelos se hizo entre Aeroparque, Rosario y Sauce Viejo (Santa Fe), al tiempo que también se destacaron los vuelos a Mar del Plata, Río Hondo (Santiago del Estero) y Resistencia (Chaco). La empresa había proyectado hacer una inversión inicial de 220 millones de dólares, con creación de 450 empleos directos y 2250 indirectos y 12 aviones en operación.

Conflicto de intereses

La compra de MacAir para que Avianca pueda obtener la licencia área fue muy cuestionada por el vínculo con el presidente Macri. La transferencia de las acciones se perfeccionó el 31 de octubre de 2016, meses antes de la primera audiencia para repartir rutas y frecuencias. En ningún momento trascendió el valor por la cual se hizo la transferencia de las acciones. Y el Gobierno ni se preocupó en el conflicto de intereses que esa operación implicaba.

Este negocio de último momento generó interrogantes que fueron llevados a la Justicia bajo denuncia de fraude por un supuesto acuerdo que habría incluido la promesa de garantizarle rutas de vuelo. Las sospechas de corrupción obligaron a postergar la entrega de las primeras 26 rutas adjudicadas hasta que el Gobierno emitió un decreto sobre conflicto de intereses que le permitió tapar la controversia.

A partir de noviembre de 2017 operó sin mayores dificultades y en los sucesivos llamados a audiencia pública fue incorporando más rutas y frecuencias. El año pasado llegó a operar el 2 por ciento de la torta de cabotaje. Cubrió cinco rutas y tenía previsto iniciar vuelos a San Pablo en febrero, pero la crisis que también detonó en la subsidiaria de Avianca en Brasil obligó a abortar la operación y cancelar la ruta.