“Toda la operación fue en negro”, le reconoció un emisario del titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, al periodista Hugo Alconada Mon, que buscaba al funcionario para darle a conocer la información que publicaría en el diario La Nación sobre cinco transferencias que llegaron una cuenta bancaria suya en Suiza por cerca de 600 mil dólares. Eran pagos del financista Leonardo Meirelles, operador de la empresa Odebrecht condenado en Brasil en la investigación Lava Jato. En un intento de defensa de Arribas, su mensajero comentó que está al cargo de la central de espías “por el bien de la patria”. Al rato otro emisario contactó al periodista escandalizado: le dijo que el primer interlocutor era “un boludo y no estaba autorizado a decir que la operación era en negro”, con lo que la confirmaba.  

Para ese entonces, Alconada Mon ya había recibido en días sucesivos tres versiones distintas de los voceros. Sólo la última coincidía con la que dio Arribas públicamente: admitió sólo una transferencia de 70.000 dólares, que inicialmente dijo que era el pago de un inmueble en San Pablo aunque luego aclaró que era sólo de los muebles. La referencia a los movimientos “en negro” es toda una novedad en la causa judicial donde se investiga posible lavado y coimas, en la que el periodista declaró el martes último. También mostró la coincidencia temporal de los pagos con el anuncio de Odebrecht de la “conquista de un nuevo contrato en Argentina”, en alusión al soterramiento del tren Sarmiento. Y como remate reveló que dos funcionarios del actual gobierno le reconocieron que los 70.000 pudieron haber sido el pago de Odebrecht por “tareas de lobby”.  

La causa judicial en la que se investiga a Arribas se abrió después de la publicación del diario La Nación, que fue el 11 de enero, por una denuncia que hizo la diputada Elisa Carrió, la denunciante interna de Cambiemos. Después de la declaración de Alconada Mon, el fiscal Federico Delgado  presentó un escrito al juez Rodolfo Canicoba Corral donde le dice que el testimonio “arrojó un manto de luz” y le pide medidas de prueba. Por primera vez pone la lupa sobre el soterramiento del tren Sarmiento, anunciado por Odebrecht en un comunicado en su página web, sólo horas después de que Meirelles comenzara a ordenar las transferencias, según evidencias que aportó el periodista. 

Por eso Delgado pide requerir “al señor jefe de gabinete de Ministros que en un plazo perentorio elabore un informe preciso, concreto y escueto; es decir ceñido exclusivamente a los hechos, sobre la fecha en que se firmó ese acuerdo, quienes participaron en representación del os contratantes y qué montos de dinero había en juego”. En la misma semana de 2013, recuerda Alconada en su declaración, “se ve en un cable de Télam que Mauricio Macri anuncia su intención de competir por la presidencia”. 

El pedido de Delgado también propone que el Banco Central designe un experto para que “traduzca” al “lenguaje común” los formularios propios del sistema financiero que fueron entregados por el testigo al expediente como prueba de las cinco transferencias que reflejó en su investigación periodística publicada, por un total de 594.518 dólares, de las que Arribas hasta ahora sólo admitió la de 70.000 dólares. Esas operaciones, informó Alconada, se hicieron entre el 25 y el 27 de septiembre de 2013. El dinero salía de una cuenta bancaria en Hong Kong que manejaba el financista Meirelles a través de una empresa que usaba como pantalla llamada Import & Export Limited. La justicia brasileña ya determinó que era una fachada para lavar dinero, pagar coimas y evadir. Lo recibía al final del camino una cuenta en el banco Credit Suisse. 

Evidencias 

La punta del ovillo que condujo a esa información fue la documentación de la investigación llevada adelante en Brasil conocida como Lava Jato, a la que accedió un grupo de periodistas de América Latina que hicieron un acuerdo de cooperación y trabajaban en una gran investigación sobre corrupción en la región, coordinados por el equipo periodístico peruano IDL Reporteros. Una de las pistas con las que dieron, es la que atañe a Arribas. En la causa Lava Jato había documentación que mostraba que Meirelles había ordenado las cinco transferencias para Arribas. El financista había sido condenado a prisión y se acogió al régimen de “delación premiada” para mejorar su situación judicial y, relató Alconada, aportó miles de constancias de operaciones bancarias hechas desde la cuenta en Hong Kong. Meirelles fue entrevistado por periodistas del equipo IDL y dijo que había entre 3000 y 3500 operaciones entre 2009 y 2014. “Estamos hablando de 240 millones de dólares que yo pagué en mis empresas en Hong Kong, tanto recibimentos como pagamentos en Panamá, Argentina y así”, dijo. El periodista de La Nación no participó de ese encuentro, y más adelante cuando intentó dar con Meirelles, le envió consultas por el caso de Arribas a través –señala– “de su entorno”. El mensaje que recibió fue que las operaciones hechas a través de Hong Kong “eran irregulares” y más que preguntarle a él debían preguntarle a su “socio y jefe Alberto Youseff “. A Youseff se debe la denominación Lava Jato, el nombre de su lavadero de autos sobre el cual se investigó lavado de dinero porque de allí había salido el regalo de una camioneta de 80.000 dólares para un funcionario. 

Alconada Mon explicó que el Ministerio Público de Brasil había dado por probado que Meirelles y Youseff integraron una organización criminal entre 2012 y 2014 para hacer “operaciones ilegales en el mercado paralelo de cambio, operaciones de lavado de dinero de terceros y de comercio exterior ficticias”. Vinculaban ahí a Meirelles con la cuenta de Hong Kong. Incluso el juez Sergio Moro afirmó que recibía plata de Odebrecht. 

Las mil y una versiones

Cuando ya había verificado toda la información que tenía sobre Arribas, Alconada Mon intentó comunicarse con él antes de la publicación, como es de rigor. El funcionario no lo atendió, pero mandó emisarios a que hablen en su nombre. Ahí es donde empiezan las versiones cambiantes de los mensajeros. Así cuenta que sucedió: 

  •  El primer portavoz le dijo “que sabía quién era Meirelles pero que Arribas sostenía que ninguna de esas operaciones era verdadera”. O sea, le negó que existan. Igual le pidió al periodista si le podía dar copia de las transferencias “para buscar mejor” y le pidió “24 horas” más. 
  •  Al día siguiente el emisario cambió el relato y dijo que todas las operaciones correspondían a la venta de un inmueble en San Pablo, en el año 2013. Pero pidió 24 horas más. “Me pidió que aclarara en la nota que el señor Arribas no era contribuyente en ese momento en Argentina”, contó.
  •  Pero pocos minuto después “me llamó un segundo interlocutor de Arribas para decirme que toda la operación era en negro y que iba a tomar tiempo poder demostrarlo, pero que Arribas estaba allí (por la AFI) por el bien de la patria”, dijo Alconada. 
  •  Al rato, volvió a llamarlo el primer emisario de Arribas. “Me dijo que el segundo emisario de Arribas era un boludo y no estaba autorizado a decirme que la operación había sido en negro”. 
  •  Al día siguiente el interlocutor inicial volvió a cambiar la versión y dijo que Arribas sólo reconocía una transferencia por 70.000 dólares que correspondía a la venta de un inmueble en San Pablo en 2013 y desconocía las restantes cuatro. “Me pidió 24 horas más para entregarme la documentación”, recordó el periodista. 
  •  Al día siguiente “volvieron a cambiar la versión y dijeron que no me iban a dar documentación sino copia de un email que el banco en Suiza le había dado a Arribas”. Alconada se reunió en el bar “Puros” del microcentro  porteño con dos emisarios y solo le mostraron un supuesto mail sin membrete del banco Creditt Suisse pero no quisieron darle copia. 

Después que ya varios medios publicaron la información, Arribas admitió públicamente una transferencia y dijo que era por el pago de un inmueble, luego se desdijo y aclaró que era por los muebles. Alconada afirmó que dos altos funcionarios le reconocieron que podía ser dinero por lobby de Odebrecht, pero se amparó en el derecho de preservar la identidad de sus fuentes periodísticas.   

La causa en Comodoro Py 

Esta semana, el fiscal Delgado recibió un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo del Poder Ejecutivo (Ministerio de Economía) que debe rastrear operaciones sospechosos y casos de posible lavado de activos. Parecía pedido por Arribas, porque sólo informaba sobre la transferencia de 70.000 dólares. Sobre el resto, decía, no podía informar nada aunque no podía descartarse que hubiera más transferencias.  Sólo que debía limitarse a informar acerca de lo que estaba ya reconocido, pero no podía buscar más datos si el juez no especificaba que investiga lavado de dinero. El fiscal le reclamó a Canicoba y afirmó que era evidente que el lavado es una hipótesis. 

También le insistió con los elementos que apuntan al posible pago de Odebrecht y adjunta el comunicado de la empresa que anuncia su nueva “conquista” en Argentina y explica la importancia del tren Sarmiento para 100 millones de usuarios, mientras Meirelles ejecutaba las transferencias. Delgado agrega datos del consorcio adjudicatario de la obra, que junto con Odebrecht e incluye a Comsa, Ghella y Iecsa, ésta última, la empresa del primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra.