A menudo, Donald Trump aprovecha las entrevistas que otorga a la prensa estadounidense para brindar su mirada sobre el país y el mundo. A menudo, también, Trump realiza comentarios despectivos, falaces y/o desafortunados, generando el rechazo de buena parte de la sociedad. Sin embargo, en una entrevista a The Washington Post, el mandatario quebró esa lógica: se hizo un tiempo para referirse a una trágica historia familiar, la de su hermano alcohólico, Fred Jr., que falleció a los 42 años.

El presidente estadounidense retomó la tragedia en un extenso reportaje que aprovechó para referirse al creciente consumo de opioides (heroína y metadona, entre otros) en el país. La vida de su hermano es la mejor evidencia, dijo, de su "empatía" con los adictos. Aseguró que puede servirle como lección aquel episodio traumático para liderar la lucha contra el abuso de narcóticos.

Fred Jr. era el hermano mayor de Trump. Se esperaba que fuera el heredero que llevara adelante el negocio familiar. Pero Fred tenía otros planes, y las presiones, al parecer, le jugaron en contra. El actual mandatario recordó en la entrevista que una mañana, a mediados de 1960, volvió a su casa para leer informes sobre costos de pintura e insumos de limpieza, mientras se preparaba para trabajar en el negocio inmobiliario. Ese día se sorprendió al encontrar a su hermano leyendo libros de aviación. No sabía, hasta ese entonces, que su sueño era convertirse en piloto de la TWA, la Trans World Airlines, en su época una importante aerolínea estadounidense.

"Vamos, Freddy, ¿qué estás haciendo? Estás perdiendo el tiempo", recordó haberle dicho el magnate. Su padre, Fred Trump Sr., tampoco se la hacía fácil. Un amigo fue testigo de sus maltratos, al decirle por ejemplo que sólo quería ser "un chofer en el cielo", en lugar de dirigir la compañía. Dirigir el negocio familiar "era algo que nunca iba a querer hacer. Simplemente no era lo suyo. Había una especie de doble presión sobre él", reconoció por fin el presidente, refiriéndose a sí mismo y a su padre.

Según The Washington Post, varios amigos coinciden en que era lo opuesto a Donald Trump: de voz suave, amable y casi siempre sonriente. "Lo que le encantaba hacer era volar aviones", recordó de sus años de juventud el presidente. A pesar de los obstáculos, Fred consiguió enrolarse en la TWA en 1964, para comenzar la etapa de entrenamiento, volando varios meses como piloto secundario. Tres de los aviadores que lo acompañaron en aquel proceso afirman haber detectado los primeros signos de su alcoholismo. No conocían la compleja trama familiar, pero podían percibir una situación de estrés que lo superaba.

"En realidad, no sé si alguna vez discutí con Fred Jr., aparte de decirle 'Por Dios, deberías amar esto, este negocio; podemos hacer algo grandioso acá'", remarcó Trump, frente a los rumores de conflicto entre ambos. Cuando The New York Times, por aquellos años, publicó un artículo sobre el negocio familiar, mostró a Fred Trump Sr. inspeccionando las propiedades de la compañía junto con Donald Trump. El nombre de Fred Trump Jr. ya no existía, y sus problemas con las bebidas empeoraban.

A fines de la década de 1970, la vida del presidente era la de una celebridad: los medios lo retrataban en sus salidas nocturnas al Studio 54 de Manhattan. Luego llegó el casamiento con su primera esposa, Ivana, y las primeras propiedades que desarrolló en Manhattan, con el apoyo financiero de su padre. A Fred Jr., mientras tanto, se lo veía demacrado, enfermo y hospitalizado. Le habían quitado parte de su estómago por los daños causados por el alcohol.

El sueño de Fred Jr. de volar para TWA, finalmente, terminó. Tras padecer enfermedades y dolencias, internado en el Queens Hospital Center, murió de un ataque al corazón, a los 42 años, el 26 de septiembre de 1981. El actual presidente temió que la adicción al alcohol de Fred fuera una enfermedad "genética", y que pudiera llegar a tener un desenlace similar si probaba el alcohol. "Imaginemos que hubiera empezado a beber. Es muy posible que no estuviera hablando contigo en este momento", dijo Trump durante la entrevista.

Casi 38 años después de la muerte de Fred Jr., Donald Trump cree comprender mucho mejor las circunstancias de lo que pasó con su hermano. Afirmó que aplicará las lecciones a la lucha contra las adicciones, fundamentalmente alcohol y opioides. “No sé como le dedicaría mi tiempo, ni cómo podría resolver esos problemas, si no hubiera pasado por esta trágica experiencia”, expresó.