El millonario estadounidense Jeffrey Epstein, que había sido detenido por tráfico sexual de mujeres menores de edad, se suicidó en su celda en una prisión de Manhattan. El financista de 66 años se ahorcó: ya había tenido un intento de suicidio en la cárcel, cuando el mes pasado apareció con marcas en el cuello .

Ayer, un juez de la Corte de Apelaciones de Manhattan había ordenado que se publiquen documentos sobre el historial criminal de Epstein en relación a un caso cerrado contra una mujer que al parecer reclutaba a las jóvenes que luego explotaban sexualmente. Son dos mil páginas y el fallo a favor de su divulgación se había dado en julio, y como la mujer involucrada había apelado, su difusión se frenó hasta este viernes.

 

La mujer se llama Ghislaine Maxwell, pertenece a la alta sociedad británica y era amiga de Epstein. Virginia Giuffre, una de las denunciantes del magnate, la demandó hace cuatro años cuando Maxwell dijo que eran mentira las acusaciones contra Epstein y ella. Giuffre sostuvo que Maxwell facilitaba chicas al millonario.

La fiscalía del distrito sur de Manhattan procesó a Epstein bajo la acusación de que durante la última década sostuvo una red para abusar de decenas de niñas y adolescentes en su mansión de Nueva York y en otra ubicada en Florida. Los documentos divulgados afirman que Giuffre fue ofrecida al príncipe Andrés de Inglaterra y que hay “registros de vuelo” que prueban que viajó a Londres con Epstein y Maxwell en el avión privado del magnate.

Epstein había comenzado su carrera en el banco de inversiones Bear Stearns y luego formó su propia firma. En 2008 comenzaron sus problemas judiciales por delitos sexuales. Ese año recibió una condena a 13 meses por prostituir a una menor de 18 años. Acumuló denuncias por haber molestado a más de 30 adolescentes, algunas de ellas menores de hasta 14 años.

Su caída en desgracia definitiva se dio el 6 de julio, cuando se produjo su arresto. La difusión de los documentos podrían revelar un enorme entramado de ricos y famosos y de la política que se aprovecharon de la red de trata de blancas que montó el financista.