Pocas veces un partido por los 16avos de la Copa Argentina había suscitado tanto interés. Pero sucedió que hacía su estreno con la camiseta Nº 16 un barbado jugador que se animó a cruzar el Atlántico para jugar campeonatos muy diferentes a los que solía participar en su continente de origen. 

Así las cosas, el italiano Daniele De Rossi se persignó, entró al campo de juego del Estadio Ciudad de La Plata, se sumó al respetuoso homenaje de todos los presentes al recientemente desaparecido Tata Brown y a los 28 minutos metió un cabezazo en el área rival que le daba a Boca, su nuevo equipo, una victoria parcial ante Almagro. 

Pero el equipo de Gustavo Alfaro se durmió, Juan Manuel Martínez lo empató cerca del final y el Tricolor se metió en los octavos de final en la definición por penales gracias a la actuación de Christian Limousin, que atajó dos para el 3-1 final.

El inicio mostró al jugador debutante muy metido en el partido, cortando el juego en mitad de cancha y dando certeros pases a sus compañeros. La primera llegada de Boca fue por izquierda a través de un pase profundo de Mac Allister para la incursión del colombiano Fabra, cuyo centro bajo no pudo ser conectado por Abila.

Corría el primer cuarto de hora y Boca pretendía inclinar la cancha frente a un rival que ofrecía resistencia como podía. Una gran jugada por derecha entre Zárate y Salvio terminó con un peligroso remate de Mac Allister. Boca se mostraba incisivo en ataque, aunque le faltaba precisión para poder vencer la valla del Tricolor. 

Hasta que a los 28 minutos, un corner de Mac Allister encontró la cabeza de De Rossi, que cristalizó así un debut inmejorable y puso al equipo de Alfaro al frente en el marcador. Luego, el gran protagonista de la noche metió su primera murra en mitad de cancha y así el italiano fue amonestado. Seis minutos más tarde, Méndez provocó la primera llegada de riesgo para el arco defendido por Marcos Díaz.

En la segunda etapa, Díaz salvó otra vez su arco al desviar un remate de Herrera. Almagro insinuaba más profundidad para poder emparejar el juego. Era el peor momento de Boca, aún con Tevez y el venezolano Hurtado en cancha. A los 76, el italiano De Rossi salió ovacionado y en su lugar ingresó el colombiano Campuzano. 

Pero a nueve del final, tras una falla en el fondo xeneize, el Burrito Martínez, un ex Boca,  decretó el inesperado 1-1. El Xeneize se desordenó aún más y sobre el final casi lo gana Almagro con el ingresado Coscia, que quiso definir de taco. En la definición por penales, Boca falló tres de los cuatro penales que ejecutó, con Limousin vestido de héroe. Y Almagro empañó así el anhelado debut de De Rossi al quedarse con el pasaje a octavos de la Copa Argentina.