Las tecnologías inmersivas modificaron los procedimientos tradicionales de adquirir conocimiento. La realidad virtual (RV), aumentada (RA) y mixta, y los videos en 360 grados permiten visualizar e interactuar con entornos alternativos y experimentar en primera persona situaciones que, de otro modo, serían imposibles. En cuestión de minutos, es posible viajar al espacio, recorrer el interior del cuerpo humano, navegar entre témpanos en la Antártida o sumergirse en un cuento de Julio Cortázar.

Cada vez son más los campos que implementan este tipo de contenidos, pero lo cierto es que las tecnologías que buscan la inmersión no son una novedad de este siglo. El vicedecano y director del Laboratorio de Computación Gráfica la Facultad de Ciencias Físico, Matemáticas y Naturales de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Roberto Guerrero, explicó que en sus comienzos se concentraron en el área “militar y en la medicina”. Entonces, se utilizaban para “tareas de entrenamiento en situaciones que eran difíciles de reproducir en la vida real”, afirmó Guerrero en diálogo con el Suplemento Universidad.

En la actualidad, las tecnologías inmersivas se aplican en diversos campos: educación, industria (fabricación y prototipado), turismo, salud (tratamiento de fobias y psicomotricidad), entretenimiento y arquitectura, entre otros.

Según indicó, la realidad virtual “se utiliza para actividades donde es necesario engañar a los sentidos para poder lograr la apropiación del conocimiento”, como en el caso de entrenamientos militares o en medicina, y aseguró que “es la más compleja de implementar” debido a los recursos y el desarrollo que requiere.

En tanto, la realidad aumentada “es mucho más simple”, pues “no engaña a los sentidos”, sino que “complementa la realidad que estamos experimentando”. “Si bien puede ser utilizada en casi todos los ámbitos, se adapta muy fácilmente a la enseñanza, la arquitectura y el turismo”, detalló Guerrero.

Por otra parte, el video 360 suele emplearse en marketing y turismo. “Si bien no engaña a los sentidos, permite una sensación de inmersión que favorece a las estrategias de transmisión de algún concepto o información”, describió.

La conquista de los sentidos

Un elemento característico de las narrativas inmersivas es el rol activo del usuario/espectador, cuyas decisiones afectan de forma constante la experiencia vivida en primera persona. La coordinadora general del canal UN3 de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), Rocío Carbajo, señaló que “el nivel de interactividad que se habilita depende de cada contenido, pero la simple decisión de ‘hacia dónde mirar’ que tiene el usuario de todo contenido inmersivo transforma radicalmente la mecánica tradicional de recepción”.

Para Carbajo, la clave está en “contar buenas historias”, pero con técnicas nuevas. “En términos de producción, son necesarios nuevos equipos –cámaras, micrófonos y software de postproducción–, pero también hace falta desarrollar un nuevo lenguaje narrativo, con reglas diferentes”, expuso e indicó que conceptos clásicos, como encuadre y plano, “deben reinventarse”.

Aunque este tipo de contenidos puede verse en la mayoría de los dispositivos y en plataformas como YouTube o Vimeo, la experiencia se optimiza con el uso de simuladores y visores de RV, aunque estos no sean del todo cómodos. “Cuantos más sentidos abarque el dispositivo de reproducción, mayor será el grado de inmersión”, dijo Carbajo al Suplemento Universidad.

Otro condicionante es la calidad de reproducción. “No es lo mismo que el video esté en resolución HD o en 4K. Tampoco es lo mismo oír un contenido inmersivo con estéreo tradicional o con sonido ambisónico, que sigue la mirada del espectador”, explicó la coordinadora General de UN3. Y aseguró: “La conquista de los sentidos restantes –tacto, olfato y gusto– es el desafío a futuro, que permitirá profundizar aún más el grado de inmersión para estos contenidos".

Desarrollo nacional

Según Carbajo, “Argentina es un contexto altamente propicio para el desarrollo de contenidos inmersivos”. “Gracias a la alta capacitación técnica de programadores, diseñadores y profesionales del medio audiovisual, resulta natural que la producción se ubique a la vanguardia en el contexto latinoamericano”, afirmó la coordinadora General de UN3 y subrayó que gran parte de “las creaciones más relevantes, difundidas y premiadas fueron producidas o coproducidas por universidades nacionales”.

En 2018, UN3 presentó “Punto de quiebre”, la primera serie de ficción argentina realizada en 360 grados. El canal también desarrolló contenidos inmersivos para “Experiencia 360°”, un programa que se enmarca en el plan Aprender Conectados que depende del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación. La iniciativa propone escalar el volcán Lanín, saltar en paracaídas, navegar por Puerto Madryn, recorrer el Teatro Colón, viajar al espacio y explorar en el interior del cuerpo humano, entre otras actividades.

“Se trata de un recurso de acceso libre y gratuito, no sólo habilitado para docentes y alumnos de todo el país, sino disponible para que escuelas de todo el mundo puedan adoptar estas experiencias para utilizar en sus aulas”. De este modo, constituye la primera Biblioteca Virtual de la región.

Por su parte, el docente investigador de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) Gabriel Comparato señaló que "el encuadre educativo no está del todo claro". Comparato es director del proyecto de extensión “Huellas Patrimoniales”, que promueve la inclusión educativa e identitaria de niños en situación de exclusión social a partir del turismo y del uso de nuevas tecnologías.

“Hay que llegar a otros grupos y pensar en las distintas realidades, no solamente en aquel que puede afrontar el gasto de este tipo de tecnologías”, dijo Comparato a este Suplemento.

Desarrollada en forma conjunta por las facultades de Ciencias Económicas, Bellas Artes e Informática de la UNLP, la iniciativa articula la producción de contenidos audiovisuales en torno a sitios de Argentina declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; el diseño y la programación de “HuVI”, un videojuego móvil en 360 grados que propone obtener huellas virtuales a partir de desafíos que se presentan en cada lugar, y la realización de talleres educativos en distintos barrios. En esos encuentros, las niñas y los niños accederán a la aplicación e iniciarán su experiencia viajera virtual.

“Experiencia Antártica” es otro caso que articula turismo, historia y nuevas tecnologías. Desarrollada en forma conjunta por la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF), el Instituto Fueguino de Turismo (Infuetur) y la empresa Panalsoft en 2017, la iniciativa funcionó en un espacio frente al puerto de Ushuaia y posibilitó que unas 150 personas por día se acercaran de forma virtual al continente blanco.

El docente investigador de la UNTDF y director de Panalsoft, Federico González, apuntó que se trata de un “ámbito interdisciplinario por excelencia”, pues su desarrollo requiere de la intervención de profesionales de distintos campos.

De cara al futuro

El acceso a los dispositivos tecnológicos es uno de los grandes desafíos que enfrentan los contenidos inmersivos. Según el docente investigador de la UNTDF, “falta mucho desarrollo” para lograr que esta tecnología “esté en la casa de todas las personas”. En ese sentido, su par de La Plata aseguró que las universidades tienen “una responsabilidad muy grande”.

En la misma línea, Carbajo afirmó que el rol de la casas de estudios “es fundamental para generar nuevos contenidos que requieren una exploración e implican asumir un desafío”. En tanto, Guerrero consideró que éstas deben aportar al desarrollo de las tecnologías inmersivas, tanto a su “perfeccionamiento” como a su “aplicación a problemas cuya solución no tiene otro modo de abordaje”.

“Argentina tiene mucho potencial en recurso humano para poder abordar problemas asociados con estas tecnologías”, enfatizó el vicedecano de la UNSL y señaló que la RA y el video 360 “están en condiciones de lograr una socialización y generalización”, mientras que la RV “todavía depende de la disponibilidad de recursos de alto costo, además de desarrollos elaborados”.

Aún queda mucho por explorar y analizar en el universo de las tecnologías inmersivas. Lo cierto es que se trata de un campo con un enorme potencial, pero que también implica grandes desafíos. En ese contexto, el rol de la universidad pública, con sus recursos humanos y técnicos, es crucial para su investigación y desarrollo.