Encabezados por el Frente por el Trabajo y la Dignidad Milagro Sala, el Frente Barrial de la CTA y la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo, un conjunto de movimientos populares reclamó al Gobierno que en la transición hasta diciembre “garantice la comida para los millones que han dejado de poder comprar su propio alimento” y proteja “el ingreso de los programas sociales y de empleo frente al costo de la devaluación”. Los dirigentes sociales advirtieron que, como respuesta al resultado de las PASO, las corporaciones económicas a las que Cambiemos “les entregó desde hace años el control absoluto de la economía nacional, comenzaron la fase final del saqueo”. Por esto se declararon en estado de alerta y movilización y le exigieron al Presidente que “sea capaz de no agravar el dolor de aquellos que padecen las consecuencias de la crisis a las que nos han empujado luego de cuatro años de implementación de un programa económico de miseria planificada”.

El documento fue firmado por un arco de organizaciones del campo popular --la mayoría cercanas al kirchnerismo-- que se vienen reagrupando para darse una estrategia de acción común. Muchos de sus referentes participaron antes de las PASO de los encuentros de los Equipos Técnicos del Frente de Todos, a los que llevaron sus propuestas de creación de empleo a través del trabajo cooperativo.

“Somos organizaciones que hemos transcurrido estos cuatro años en la calle, resistiendo al saqueo neoliberal y reclamando por la libertad de los presos políticos”, señaló Eduardo Montes, titular de la Fetraes. El dirigente anticipó que esta semana volverán a reunirse. Además de las organizaciones ya mencionadas, se sumaron a este espacio el Frente contra la Pobreza (Rosario), la Federación de Trabajadores de la Economía Social (Fetraes), el Movimiento Territorial de Liberación, la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), Kolina Nacional, el Frente Transversal Nacional y Popular , entre otros.

Entre las medidas de urgencia reclamadas frente a la devaluación, el documento puso el congelamiento de las tarifas y la condonación de las deudas por servicios públicos de clubes de barrio, cooperativas de trabajo, fábricas recuperadas y los hogares más humildes. En el mismo sentido, pidieron que el Estado garantice la continuidad productiva de la agricultura familiar, “condonando las deudas por los insumos entregados”.

Por otra parte, los movimientos llamaron a “un diálogo de urgencia con las organizaciones sociales, estudiantiles, del movimiento obrero y de derechos humanos, para establecer una agenda de emergencia que permita comenzar, en breve, a reparar los sueños, las esperanzas, el bolsillo, el trabajo y la dignidad destrozada por cuatro años de saqueo neoliberal”.

También los movimientos agrupados bajo el lema Tierra, Techo y Trabajo (CTEP, Somos Barrios de Pie, CCC y Frente Darío Santillán) se declararon en estado de alerta y anunciaron que este jueves realizarán asambleas en el Obelisco y todo el país. La preocupación compartida es que el precio de los alimentos continúe aumentando en los días que vienen. En este sentido, consideran que las medidas anunciadas por el presidente Mauricio Macri la semana pasada, como el pago de un refuerzo de mil pesos en septiembre y octubre a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo o la eliminación del IVA a los productos de la canasta básica, no son suficientes para amortiguar la gravedad de la crisis. Por esto, reclamaron que el mismo bono de dos mil pesos que se anunció para los trabajadores en blanco se otorgue a los de la economía popular, que se declare la emergencia alimentaria y se prorrogue la emergencia social. Tras las asambleas de este jueves, el miércoles 28 volverán a la calle con una jornada de lucha.