La fiscalía italiana ordenó este martes el desembarco en la isla de Lampedusa de los migrantes rescatados por el barco humanitario español Open Arms, y declaró secuestrado el navío, poco después de que Madrid pusiera a disposición un barco militar para recogerlos, tras permanecer 19 días varado en condiciones sumamente adversas para sus tripulantes.

Luego de una inspección de la policía judicial junto a dos médicos, el fiscal de Agrigento (Sicilia), Luigi Patronaggio, decidió que los rescatados debían desembarcar en las próximas horas en la pequeña isla siciliana, dada la tensa situación que se vive a bordo, que incluye peleas entre los propios migrantes, y fallidos intentos de fuga. El fiscal italiano también abrió una investigación "contra desconocidos" por secuestro de persona, una acusación indirecta contra el ministro del Interior, Matteo Salvini.

"Si alguien cree que me espanta con la enésima denuncia y petición de proceso, se equivoca. Sería un chiste haber logrado convencer a España para que envíe un navío para recoger a los migrantes y, ahora, obrar para que desembarquen en Italia y hacer que se juzgue al ministro de Interior que sigue defendiendo las fronteras del país", expresó Salvini a través de un video subido a su cuenta oficial de Facebook.

 

Ong Open Arms: altro sbarco, altro processo? Io non ho paura, orgoglioso di difendere i confini e la sicurezza del mio Paese.

Posted by Matteo Salvini on Tuesday, August 20, 2019

Varados desde el jueves a unos cientos de metros de la costa de la isla italiana, los migrantes no habían podido desembarcar ante la negativa de Roma, pese a existir un acuerdo entre seis países europeos. Socorridos en el Mediterráneo por la ONG española, algunos de los migrantes llevan 19 días a bordo del barco, igualando el récord que marcaron los 32 migrantes rescatados por el SeaWatch3, que pudieron desembarcar en Malta en enero. El Open Arms albergaba a 147 migrantes, y ahora mantiene a 83, luego de que decenas de menores de edad y enfermos fueran evacuados en los últimos días.

Ante las negativas reiteradas de Matteo Salvini frente a un posible desembarco, el gobierno español había decidido enviar un navío militar hacia Lampedusa para encargarse de los indocumentados y llevarlos a Mallorca, unos mil km al oeste de Sicilia. El patrullero español "Audaz" partió con 62 personas a bordo, aunque el Gobierno español no precisó si continuará su recorrido, tras el anuncio de la fiscalía italiana.