Nepal prohibió los plásticos de un solo uso en la región del Everest para luchar contra la creciente contaminación en la montaña más alta del mundo, que este año fue coronada por un número récord de escaladores dando la luz de alarma sobre la masificación de ese pico localizado en la cordillera del Himalaya.  La prohibición incluye objetos de plástico como bolsas, sorbetes y botellas de menos de 30 micras de espesor, en un momento en que el país busca atraer a 2 millones de visitantes extranjeros en 2020 con una campaña turística, explicó el funcionario. "Sin embargo, las bebidas en latas de metal sí serán aceptadas", precisó Ghimire sobre una prohibición que por el momento no castigará a quienes la incumplan. "Trabajaremos con la administración local, las compañías de montañismo y la Asociación de Montañismo de Nepal para hacer cumplir la prohibición", añadió.

Esta temporada el Departamento de Turismo nepalí emitió 378 permisos de escalada, un récord histórico desde la primera ascensión exitosa al Everest en 1953.

El Gobierno introdujo una norma en 2014 que obliga a cada miembro de la expedición a regresar con al menos 8 kilos de basura del Everest, y cada expedición está obligada a depositar 4.000 dólares que no son devueltos hasta recibir los deshechos.

Pero esta regla solo se aplica a quienes desean ascender a la cima del Everest y no a los excursionistas, y aún así muchos equipos acaban dejando la basura en la montaña.

Durante la temporada de ascensión que culminó en mayo, un equipo encargado de la limpieza del Everest recuperó cerca de 11 toneladas de desperdicios y cuatro cadáveres que habían quedado abandonados en la montaña.