Los 356 migrantes y refugiados a bordo del barco humanitario Ocean Viking, que se encuentran hace dos semanas bloqueados en aguas internacionales del Mediterráneo, desembarcaron en Malta tras un acuerdo anunciado entre seis países de la Unión Europea (UE) para recibirlos. “Los líderes europeos deben crear mecanismos que permita un desembarco rápido”, dijeron desde la ONG rescatista. Cien de los migrantes son menores de 18 años.

"Tras 14 días de sufrimiento innecesario, las 356 personas a bordo del Ocean Viking desembarcaron en Malta. Algunos de los Estados de la UE finalmente han dado una respuesta humana a este desastre humanitario. Ahora se necesita un mecanismo de desembarco predecible!", dijo a través de mensaje en Twitter, Médicos Sin Fronteras (MSF), una de las ONG a cargo del barco.

Por su parte, el gobierno de Malta confirmó que seis países europeos -Alemania, Francia, Irlanda, Luxemburgo, Portugal y Rumanía- recibirán a las personas que se encuentran a bordo del barco humanitario fletado por las organizaciones MSF y SOS Méditerranée. "Ninguno permanecerá en Malta", aseguró el primer ministro maltés, Joseph Muscat, líder del partido Laborista de ese país, en un mensaje en Twitter. El ministro del Interior francés, Christophe Castaner, anunció que Francia acogerá a 150 de las 356 personas a bordo, entre ellos 103 menores, que fueron rescatados entre el 9 y el 12 de agosto frente a la costa de Libia.

"Tras un debate con la Comisión Europea y varios Estados miembros, a saber Francia y Alemania, Malta acordó ser parte de la solución para la parálisis del Ocean Viking, que cuenta con 356 personas a bordo, sin perjudicar su posición legal", explicó Muscat en redes sociales. El mandatario también informó que Malta trasladó a los náufragos en barcos de su Armada, fuera de aguas territoriales, y los llevó a tierra firme, donde serán reubicados entre los seis países.

La mayoría de los migrantes en el Ocean Viking son hombres adultos y alrededor de dos tercios provienen de Sudán, otros de Costa de Marfil, Malí y Senegal. A bordo también viajan cuatro mujeres y cinco niños de entre uno y seis años. Casi 100 son menores de 18 años. Muchos fueron rescatados en aguas libias y presentaban síntomas de deshidratación severa y, en algunos casos, estaban casi desnutridos, contó el equipo médico del barco. Al narrar su paso por Libia los migrantes dejaron una imagen terrible: devastada por el conflicto, los abusos y malos tratos padecidos, la detención arbitraria y hasta las torturas que sufrieron.

"La mayoría de los menores que tenemos a bordo nunca han experimentado la sensación de vivir en un lugar seguro. Lo que si conocen bien es la sensación de alerta constante, de ansiedad e incertidumbre", explicó Stefanie, médico del buque. El 21 de agosto, el barco alertó de una "emergencia psicológica" a bordo y volvió a pedir la designación con urgencia de un puerto seguro.

Tras la crisis del barco de la ONG española Open Arms , que logró desembarcar en la isla italiana de Lampedusa gracias a una resolución judicial tras 19 días de agónica espera, el Ocean Vikings planteaba un nuevo desafió al gobierno de Italia y las autoridades europeas que aún no fueron capaces de dar una repuesta a este drama humanitario. Hace días el barco habían pedido permisos para desembarcar en Malta e Italia, pero en el primer caso fue rechazado y en el segundo no obtuvieron respuesta.

"Pasaron cientos de muertes en el mar e innumerables historias de sufrimiento. Es hora de que los líderes europeos reconozcan este desastre humanitario por lo que es y den, finalmente, un paso adelante estableciendo soluciones humanas, comenzando con la creación de un mecanismo que permita el desembarco rápido", subrayó Jay Berger, coordinador del Ocean Viking, tras el desenlace de esta nueva crisis.  Tras el descenso de los migrantes el barco volverá de inmediato a los rescates. "Mientras las personas se ahoguen y sigan huyendo de Libia, seguiremos comprometidos con salvar vidas en el mar”, sostuvo Berger.