Las ventas tanto en supermercados como en autoservicios mayoristas mostraron caídas, en términos constantes, de más del 13 por ciento en el mes de junio, según la encuesta mensual que realiza el Indec. En el caso de los supermercados, las ventas reales sufrieron una caída del 13,2 por ciento con respecto a julio del año pasado, y por segundo mes consecutivo la baja superó el 13 por ciento. Es, además, del décimotercer mes consecutivo de descenso en las ventas reales, en una secuencia en la que la caída interanual es cada vez mayor. Al comparar las ventas acumuladas en este primer semestre con el período similar del año pasado, se verifica una caída del 12,8 por ciento.

Los resultados de la encuesta del Indec revelan que desciende la proporción de ventas en efectivo en supermercados con respecto a las que se pagan a través de tarjetas de débito y crédito. En valores absolutos, las ventas totales aumentaron 42,1 por ciento, pero la evolución difiere sensiblemente al considerar los medios de pago utilizados. Mientras que las ventas en efectivo muestran un aumento sensiblemente menor, 33,2 por ciento, las canceladas a través de tarjetas de débito crecieron 63,4 por ciento y las abonadas con tarjeta de crédito, un 41,1 por ciento. De este modo, mientras que las compras pagadas en efectivo representaban en junio de 2018 el 35,2 por ciento de las ventas totales, este año pasaron a ser el 33,1 por ciento. En cambio, los pagos con tarjetas de débito aumentaron del 24,8 al 28,5 por ciento. Las tarjetas de crédito se afianzan como el principal medio de pago utilizado en los supermercados, manteniéndose por encima del 35 por ciento de las ventas totales.

Considerando las ventas por producto en los supermercados, los de mayor incidencia son los productos de almacén (28,1 por ciento), artículos de limpieza y perfumería (14,8), lácteos (12,3), carnes (11,0) y bebidas (10,3). En valores absolutos, el que más aumentó sus ventas en junio con respecto al año pasado es el rubro lácteos, con el 61,8 por ciento, seguido por carnes con el 58,9 y artículos de limpieza y perfumería, con un aumento del 57,5 por ciento. El informe del Indec no discrimina entre cuánto se debe a aumento de precios y cuánto a cantidades vendidas, aunque se presume que prácticamente el total del aumento de facturación es por la inflación verificada en estos productos, y la variación en las cantidades vendidas fue casi nula o levemente negativa.

En cambio, en el resto de sectores los aumentos de facturación están claramente por debajo de la evolución de precios. En productos de almacén, el aumento de facturación interanual fue del 50,1 por ciento; y en bebidas, del 31 por ciento.

Por otra parte, el personal ocupado en los supermercados también sufrió un descenso con respecto del existente a junio de 2018, en un 3,2 por ciento. El costo laboral, en la comparación interanual, aumentó en términos absolutos el 27,6 por ciento, es decir casi 30 puntos por debajo de la evolución de los precios al consumidor. Claramente, buena parte del ajuste recayó sobre las espaldas del personal de los supermercados.

Autoservicios mayoristas

Las ventas en los autoservicios mayoristas en junio cayeron, a precios constantes, en un 13,5 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado. En el primer semestre, las ventas acumuladas de este año fueron 14 por ciento inferiores a las de la primera mitad de 2018. Este tipo de comercios se concentra en la venta de artículos de almacén (44,8 por ciento de las ventas totales), artículos de limpieza y perfumería (28,6) y Bebidas (10,7 por ciento, medidos como proporciones de la facturación total en junio de 2019). En todos ellos, el aumento de las ventas totales en junio resultó, con respecto al mismo mes del año anterior, inferior a la evolución de la inflación, lo cual señala una caída de ventas en valores constantes. La facturación de artículos de almacén aumentó 41,9 por ciento, la de artículos de limpieza el 53,8 y la de Bebidas, 32,1 por ciento.