En esta campaña electoral está ausente la discusión sobre los temas “comunes” de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA), que figuran al tope de las preocupaciones ciudadanas y tienen un carácter “metropolitano” (seguridad, salud, transporte, entre otros).

Hacer frente a esto es un asunto complejo, ya que la idea de metrópoli excede el alcance de una ciudad o de un grupo de municipios. Y lo es más en una zona como la RMBA donde conviven (y se intersectan) el Estado Nacional, el bonaerense, una jurisdicción como la CABA, que no es ni una provincia ni un municipio, y cuarenta municipios bonaerenses.

Algunos creían, de forma un tanto ingenua, que en estos años la agenda metropolitana se instalaría “por decantación”, dado que desde diciembre de 2015 la misma fuerza política gobierna la nación, la provincia, la ciudad y buena parte de los municipios bonaerenses de la región. Nada de eso ocurrió, ya que el avance en la materia ha sido casi nulo desde 2016.

Pongamos algunos números al asunto. En 2019, la suma de los gastos de carácter “metropolitano” programados en la RMBA totaliza 586.000 millones de pesos. Según el INDEC, en 2019, la población de esta zona geográfica asciende a 16,6 millones de habitantes (3,1 millones en CABA y 13,5 millones en los cuarenta municipios bonaerenses). Así, el gasto per cápita presupuestado para el año es de 35.429 pesos (unos 610 dólares a un tipo de cambio de 58 pesos por dólar).

Existe una importante asimetría en el gasto entre la CABA y los municipios de la provincia de Buenos Aires (69.886 pesos per cápita anual versus 27.756 pesos per cápita anual), aunque debe puntualizarse que una parte de los bonaerenses utiliza diariamente los servicios porteños, ese hecho no debe invalidar que la forma de reducir esa brecha debe formar parte del debate.

Del total del gasto “metropolitano”, el 42 por ciento lo aporta la Nación, el 24 por ciento la CABA, el 21 por ciento la provincia de Buenos Aires y el 13 por ciento restante los 40 municipios bonaerenses que integran la RMBA. En relación con las funciones de gasto, el 70 por ciento está concentrado en cuatro (22 por ciento en salud, 19 por ciento en seguridad, 18 por ciento en transporte y 11 por ciento en agua y alcantarillado).

Más del 20 por ciento del gasto total “metropolitano” se ejecuta a través de empresas públicas nacionales que tienen una incidencia decisiva en las funciones “transporte” (a través de las operadoras ferroviarias) y “agua y alcantarillado” (por AySA). Sin embargo, no integran sus directorios representantes de los gobiernos municipales, ni del bonaerense, ni del porteño. Este ejemplo ilustra que en materia de gobernanza existe una necesidad de reforzar la coordinación entre los distintos niveles de gobierno.

El extenso territorio de la RMBA está gobernado, así, de hecho, o por defecto por una acumulación de decisiones más o menos autónomas de las instancias político-jurídicas que las componen, sin una articulación en torno a una concepción clara de lo metropolitano. En el agregado, los problemas son de mayor escala y complejidad que los que puedan enfrentar cada gobierno en particular. También, tal forma de (des)gobierno, anula la posibilidad, de logar una mayor eficiencia del gasto, aprovechando las economías de escala, lo que requeriría contar con una mirada vertical-sectorial que hoy no existe.

Es necesario incorporar estos debates en la escena político-electoral, para mejorar la provisión de bienes y servicios públicos y, por ende, las condiciones de la vida de la ciudadanía, en una zona de nuestro país que debe ser territorial y socialmente más justa.

(*) Investigadores-docentes de la Universidad Nacional de General Sarmiento.