Tras el fracaso de la reunión con sindicalistas convocada por el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, en la sede de la extinta cartera laboral, el Poder Ejecutivo decidió establecer por decreto un aumento del salario mínimo, vital y móvil del 35 por ciento a pagar en tres cuotas entre agosto y octubre. La cifra final de 16.875 pesos está muy lejos de los reclamos de la CGT, que había pedido un aumento hasta cubrir la canasta básica, de 31.934 pesos según el informe del Indec de julio, antes de la última devaluación. Frustrada la posibilidad de sellar un acuerdo, el gobierno de Cambiemos establecerá el aumento de manera unilateral.

Sindicatos y organizaciones sociales se movilizaron ayer en apoyo al reclamo de que el salario mínimo iguale a la canasta básica. Las agrupaciones encabezadas por la CTA Autónoma se concentraron en el Obelisco y desde allí marcharon a la Secretaría de Trabajo. Participaron entre otras ATE, Barrios de Pie, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD).

La reunión del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil duro apenas una hora y media, y fracasó por tercer año consecutivo. La CGT, las CTA y el representante de los trabajadores de la economía popular, Esteban Castro, rechazaron la pretensión patronal de pagarles un 30 por ciento de aumento en dos tramos frente a una inflación que en los últimos doce meses trepó al 54,4 por ciento.

El aumento dispuesto por el gobierno, apenas cinco puntos por encima del ofrecido por los empresarios, se aplicaría en tres cuotas: 12 por ciento en agosto, 13 en septiembre y 10 en octubre, cuando el salario mínimo que hoy equivale a 12.500 pesos pasará a ser de 16.875. Esa es la cifra mínima que debería cobrar un trabajador soltero, sin hijos y mensualizado que cumple una jornada legal completa.

Héctor Daer, uno de los integrantes del binomio de la CGT, criticó el laudo y el carácter no acumulativo del aumento. Reiteró el reclamo de un salario mínimo de 31 mil pesos pero descartó medidas de fuerza a corto plazo. “El pueblo se acaba de expresar en las urnas, hay un 70 por ciento que repudia este modelo”, dijo a la salida del encuentro, y volvió a exigir “un valor que acompañe la caída de los salarios de los sectores más vulnerables”, golpeados por una crisis que parece no tener fin. “Hay que cambiar el modelo para que los trabajadores recuperen sus ingresos”, añadió el líder cegetista, aunque precisó que podría haber “nuevas convocatorias” para actualizar el salario. ”Seguiremos insistiendo en que hay que recomponer los salarios de quienes tienen ingresos fijos”, sostuvo.

Hugo Godoy, de ATE, criticó que el bono que el Ejecutivo dispuso para los trabajadores estatales de la administración nacional no alcance también a los empleados provinciales y municipales. “La respuesta es insuficiente”, dijo, a la vez que adelantó una jornada de lucha, probablemente para el 10 de septiembre, organizada por estatales y universitarios.

Roberto Baradel, de Suteba, destacó que “al Gobierno no le importan los que menos tienen” y que “el (Mauricio) Macri auténtico es el del lunes posterior a las PASO”. Contó que en la reunión “Sica reconoció la crisis pero no dio mayores razones”. “Causa indignación que el Gobierno se aumente el sueldo con el bono de 5 mil pesos”, dijo, y destacó que “solamente quieren garantizar los dólares para la fuga de capitales”. “Macri tiene la obligación de gobernar hasta el 10 de diciembre y de cuidar a los argentinos”, recordó.