Un juez porteño dispuso allanar el zoológico porteño, la Dirección de Fauna Silvestre y la Dirección General de Concesiones de la ciudad para investigar acerca de la salud “física y psicológica” de las tres elefantas que viven en cautiverio desde 1993. Pablo Boumpadre, letrado de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada) aseguró a PáginaI12 que “el comportamiento actual de las paquidermos demuestra las desastrosas condiciones que ofrece el Ecoparque”. Pocos meses atrás, la ONG denunció por “maltrato y actos de crueldad animal” al zoológico de Buenos Aires.

Aunque no se hayan dado cuenta, ayer no fue un día más para Mara, Kuki y Pupi. La Policía de la Ciudad allanó las instalaciones del ahora llamado Ecoparque porteño para conseguir información sobre la salud de las tres elefantas, bautizadas con aquellos nombres hace más de 20 años. La requisa fue dispuesta por el titular del Juzgado N°30, Juan Cavallari, quien además ordenó allanar la Dirección de Concesiones de la Ciudad de Buenos Aires y la Dirección de Fauna Silvestre, organismo dependiente del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. La denuncia fue iniciada por los abogados de Afada, los representantes legales de las tres elefantas a partir de la fallo decretado por la Unidad Especializada en Materia Ambiental (Ufema).

“Por esta denuncia de maltrato animal se secuestró información importante. Historias clínicas de las elefantas, informes sobre los planes de inversión  y relocalización de animales y de la infraestructura del lugar que el Ecoparque porteño nunca estuvo dispuesto a entregar. Pero además, la documentación recogida en las Direcciones como en el ex Zoológico porteño permitirá profundizar nuevas causas referidas a la desobediencia judicial y al tráfico de fauna”, aseguró Boumpadre a este diario.

En junio del año pasado, esta organización que defiende los derechos de los animales denunció al Ecoparque porteño del delito de “maltrato y actos de crueldad”, que se encuentra estipulado en la ley 14.346, de Protección Animal. Los integrantes de Afada indicaron que “la elefante Mara, de 52 años, presentaba comportamientos que pueden evidenciar una situación de afección física y psicológica que atenta contra el bienestar del animal”. “Además, al tener paquidermos de dos especies distintas –Mara es de origen asiático y los otros dos ejemplares de procedencia africana– que no pueden convivir en el mismo recinto, sólo están al aire libre cuatro horas por día. El resto del tiempo lo pasan encerrado en pisos de cementos que afectan su salud”, explicó Boumpadre.

Las autoridades del Ecoparque Interactivo, que depende del Ministerio de Modernización porteño, negaron las acusaciones que aparecen en la causa judicial. La directora de Biodiversidad, Rosario Espina, contó que “en el comportamiento de los paquidermos en cautiverio nunca apareció nada fuera de lo normal”. Consultada por las horas que Mara, Kuki y Pupi pasan en cautiverio sin ver la luz solar, Espina justificó que se trata de “un problema de seguridad, por eso salen en distintos momentos”. 

“A nivel discursivo, la gente del Ecoparque demuestran buenas intenciones, pero se quedan en eso. No efectivizaron ninguna de las promesas que dijeron al asumir: siguen manteniendo a gente sospechada de maltrato animal y tráfico de fauna, no existe ningún plan de conservación de animales exóticos ni tampoco envían a la Justicia toda la información correspondiente. Es decir, si no hay una inversión real, de nada sirve la buena intención”, explicó el presidente de Afada a PáginaI12.

Otro giro importante de esta causa judicial que investiga la “afección física y psicológica” producida por el cautiverio de estos tres animales sucedió el 17 de noviembre del año pasado. Ante distintos pedidos de Afada y otras organizaciones protectoras de los animales, Blas Matías Michienzi, titular de la Ufema, reconoció a la organización comandada por Boumpadre, la facultad de ser el representante legal de Mara, Kuki y Pupi. En aquella ocasión, el fiscal aseguró que “en los casos de crueldad y maltrato animal, la representación les debe corresponder a las ONG cuyo fin sea el de defender los derechos de los animales”.