La inflación del mes de julio en la Ciudad de Buenos Aires alcanzó el 3,4 por ciento. La aceleración en los aumentos de precios revela el impacto del último salto en el tipo de cambio que siguió a la contundente derrota del oficialismo en las elecciones primarias del 11 de agosto. Así, en los primeros ocho meses del año, los precios minoristas acumularon un incremento de 29,6 por ciento. En doce meses el IPC porteño marca una escalada de 52,2 por ciento. Alimentos y bebidas registraron un aumento mensual del 3,8 por ciento y registran una disparada del 58 por ciento en doce meses. A pesar de las medidas anunciadas por el gobierno para intentar contener la estampida de precios, Pan y cereales escalaron 4,2 por ciento, Carnes y derivados 2,7 por ciento; Leche, productos lácteos y huevos un 2,4 por ciento y Verduras, tubérculos y legumbres 5,1 por ciento.