El ex presidente pasa sus días encerrado en una celda de 15 metros cuadrados. Una cama, una pequeña mesa que oficia la mayoría de la veces de escritorio, una tele en la que mira poca televisión pero sigue la realidad de lo qué pasa y los debates de su partido y está a tanto del mundo por medio de los pendrive que le acercan todos los días sus abogados. No tiene comunicación con el exterior de ningún tipo porque está incomunicado. Pasa el tiempo leyendo, a veces sale a caminar y tomar aire en un patio de uso exclusivo para él y donde nadie lo vigila, es en el único lugar que sólo por un rato dejan de observarlo; escribe cartas y planea su futuro fuera de la cárcel. Su primer plan en cuanto recupere su libertad es casarse. Confiesa estar enamorado “como un chico de 20”.

.- ¿Cómo es lo cotidiano desde el tiempo que lleva detenido? ¿Cómo es ese tiempo, cómo pasa los días acá?

.- Paso los días tal vez mejor que Pepe Mujica cuando estaba en la celda solitaria en Uruguay. Estoy en una celda solitaria, recibo a mis abogados que vienen todos los días y a la familia que viene… Un hermano y sus hijos una vez por semana. Miro mucho pendrive que recibo de mis amigos sobre las novedades políticas de Brasil y del mundo. Aunque no esté presente, participo de las reuniones que pasan en todo Brasil, en las que participa el PT, en las que la CUT participa. Leo más de lo que ya leí en toda mi vida.

.- ¿Está leyendo algo particular?

.- Estoy leyendo mucho sobre Brasil, mucho sobre economía. Me interesa mucho leer sobre la relación Brasil-África, sobre la esclavitud en Brasil. Y leo otros tipos de libros. Tengo muchos libros, quedo impactado con algunas cosas. La esclavitud me impresiona demasiado, lo que sucedió en este continente durante más de 300 años y el desprecio que la elite latinoamericana tiene por los negros que hicieron tantos servicios por este país. Es por eso que cuando estaba en el gobierno, tenía preferencia por América del Sur y por África, porque creía que Brasil debería crear nuevos mercados, nuevos socios. No hay ningún país altamente desarrollado de Estados Unidos hacia abajo, toda América Central, todo el Caribe, toda América Latina es pobre. Sólo los Estados Unidos y Canadá son ricos y me parece que ellos trabajan para que nosotros continuemos pobres. ¿Será posible que en 500 años nosotros no pudiéramos crear una Holanda, una Dinamarca, una Noruega, una Nueva Zelanda en América Latina? ¿Será posible? Hay un trabajo de no permitir que América Latina tenga algún tipo de gobierno progresista que trabaje por el ascenso del pueblo pobre. En verdad, a ellos no les interesa. ¿Durante cuántas centenares de años la teoría de América Latina era que Brasil era el enemigo de todos los países fronterizos, que era necesario tenerle miedo a Brasil. Tengo nostalgias de la relación que teníamos con Kirchner y con Cristina.

.- ¿Qué es lo primero que va a hacer cuando recupere la libertad?

--Salir de acá, salir de acá. Cuando salga de acá yo pretendo casarme y pretendo volver a hacer política, a andar por Brasil, por América Latina, haciendo lo que sé hacer: política.

.- ¿Está enamorado?

-Sí. Es gracioso, ¿no?. Estoy con 73 años, voy a cumplir 74 y estoy como si fuera un jovencito de 20 años. Yo digo todos los días: yo tengo 74 años, energía de un joven de 30 y ganas de casarme de un joven de 20. Yo iba a decir otra cosa. Soy muy agradecido a la Argentina, primero que mi relación con el movimiento sindical argentino es extraordinaria. Tengo, creo, 12 títulos de Doctor Honoris Causa en Argentina. Solo lamento nunca haber ido a la Argentina a pasear. Solo fui a trabajar. No aprendí a bailar tango y tengo cuerpo de bailarín de tango.

.- ¿Quién le gustaría que lo venga a visitar que todavía no haya venido?

.- Es difícil decir a quien me gustaría, porque la visita a un preso político no tiene invitación. El preso no hace una lista de invitados como si fuera un matrimonio. O sea, acá las personas vienen porque quieren venir. Les confieso que me quedé muy contento con la visita de (Alberto) Fernández. Muy contento, muy, muy. Creo que esa actitud hizo crecer aún más mi respeto por él. Yo ya lo tenía y creció mucho más por su coraje. La visita de Pepe Mujica, con más de 80 años, siempre interesante. Duhalde vino acá también, ya un poco enfermo, a visitarme. Entonces estoy muy agradecido, pero no puedo decirlo. En la próxima semana voy a recibir a Chico Buarque, él viene acá junto con Esquivel. Es siempre muy bueno. Es poco tiempo, es solo una hora de visita y yo hablo mucho.

.- ¿Cómo procesa la muerte de su esposa Marisa y la de su nieto Arthur acá desde la prisión?

.- (Leonel) Brizola (Compañero de fórmula de Lula en 1998) me decía que no hay que tener apuro con la muerte. O sea, una persona va disminuyendo su presencia en la medida que pasa el tiempo. Yo viví 43 años con Marisa, entonces no la quiero olvidar. Uno no se olvida nunca del nieto. Toda la vida uno se va a acordar de su nieto, de sus hermanos. Lo importante es que uno tenga la claridad que a pesar de la muerte, es necesario acordarse de las cosas buenas y seguir adelante con la vida. Yo soy un hombre a quien le gusta mucho la vida y aunque tenga 73 años, todavía quiero vivirla intensamente. Me gusta vivir, me gusta hacer política y es eso lo que sé hacer. Y si uno está de novio y está enamorado, va a hacer política de un modo mucho más placentero. Uno va a estar siempre con una sonrisa en el rostro mientras está charlando con las personas.

.-¿El amor ocupó y ocupa un lugar central en su vida?

.-Sinceramente no sé si el ser humano es capaz de sobrevivir sin amor, sinceramente no sé. Creo que el ser humano necesita amor para vivir, para tener fuerza, para estar motivado. Porque no es solo el amor en su relación personal, es amor a su pueblo, a su país, a la causa, o sea, cuanto más leo sobre la historia de Brasil, cuanto más veo las injusticias que se hicieron en este país más tengo ganas de luchar. Creo que si todo lo que yo conozco hoy de historia lo hubiera sabido hace 50 años, me hubiera transformado en revolucionario. Por no conocer, me transformé en un político demócrata.