Dice que ahora sabe por qué a Córdoba le dicen “La docta”. Alberto Fernández quedó impresionado por el museo de la Universidad Nacional de Córdoba que le hizo recorrer el rector antes de su disertación en la Facultad de Derecho. “Yo no conocía el edificio. Es un lugar increíble. Entrar a la biblioteca mayor, ver los incunables, cartas de Mariano Moreno, José de San Martín Cornelio Saavedra, manuscritos de Dalmacio Velez Sarfield, fue una experiencia increíble. Me quedé maravillado. El rector me escribió para darme las gracias y al final el agradecido fui yo”, dijo el candidato. También lo llevaron a recorrer el Colegio Monserrat, que depende de la UNC. Luego dio su charla, en la que defendió la educación pública y fue ovacionado. En un momento el micrófono dejó de funcionar, pero se paró y siguió hablando de pie, no sin antes pedir silencio. Salir de la facultad fue muy difícil: todos quisieron una foto con él y hasta hubo pequeñas avalanchas hasta que llegó a la combi que lo llevó al hotel, al almuerzo con intendentes.