Estigmas

Hay dos ensayos de Michel Foucault que vienen a nuestra memoria a raíz de las sinceras declaraciones de un candidato a legislador de la provincia de La Rioja.

En Genealogía del racismo el filósofo explica como desde la antigüedad se elaboraron argumentos que justificaran la explotación, la opresión, la expoliación y la dominación.

Las elites gobernantes, los detentadores del poder y beneficiarios de los privilegios apelaron a las diferencias étnicas, lingüísticas, religiosas, a partir de eso sometieron, conquistaron, esclavizaron a poblaciones enteras.

Dieron rienda suelta al escarnio a miles de mujeres y hombres en diversos territorios.

El colonialismo, base de la acumulación capitalista hizo otro tanto.

En Vida de los hombres infames, Foucault dedica un apartado para describir la extrema crueldad de la burguesía francesa para justificar la feroz represión contra los insurrectos en la Comuna de París de 1871.

Los dichos del político riojano, lejos de ser palabras aisladas, interpretan cabalmente la ideología de la clase dominante y el arsenal de prejuicios de la clase media argentina.

La exclusión social, el empobrecimiento masivo, contribuye a sostener al sistema establecido.

A pesar de los intentos por ocultar que la lucha de clases es una guerra social aun vigente, los dichos de este lenguaraz no hacen sino reafirmar lo que sostenemos con firme convicción. No hay ni puede haber tregua con los verdugos de las hijas y los hijos del pueblo. Solo la lucha nos hará libres.

 

Carlos A. Solero