Tiene 26 años y poco recorrido como agente de la Policía de Santa Fe. Pero en sus horas libres, al menos durante la semana pasada, se dedicó a cometer asaltos a mano armada en la ciudad de Santa Fe. Uno el miércoles y otro el viernes, cuando sus recaudos fallaron y cayó detenido por camaradas de la fuerza, aunque antes de rendirse noqueó a uno en su intento de resistir la captura. El juez Jorge Pegassano le dictó ayer prisión preventiva por 30 líneas por robo calificado agravado por el uso de arma de fuego y por su condición de policía, y otros delitos conexos.

El fiscal Ignacio Lascurain lo había imputado sobre el fin de semana. El agente, cuyas iniciales son L.A.R., está en el centro de la investigación de dos asaltos ocurridos la semana pasada. El fiscal obtuvo la prisión preventiva para LAR porque consideró que el poliladron podría entorpecer la investigación.

En la audiencia imputativa del domingo, Lascurain le imputó los delitos de robo calificado y sus agravantes; tentativa de robo calificado; resistencia a la autoridad y lesiones leves dolosas.

Hasta donde se sabe, el joven agente policial golpeó primero el miércoles. Eligió una pinturería en la esquina de la transitada avenida Freyre y calle Corrientes, en el área central de la capital provincial. Entró un rato antes de la hora de cierre, a las ocho de la noche.

"Ingresó y le exhibió su arma reglamentaria a dos personas que estaban en el lugar. Sustrajo 25.204 pesos y escapó en una moto", relató el fiscal Lascurain acerca del primer atraco imputado al policía.

 

Al mediodía del viernes, LAR y su moto reaparecieron en bulevar Pellegrini y San Martín. "Se interpuso violentamente en el camino de una mujer que se trasladaba en bicicleta, a quien le sustrajo una cartera con documentación personal, un teléfono celular y 1.200 pesos", añadió el fiscal. Alertados, otros dos policías persiguieron y atraparon al fugitivo, quien resistió a trompadas el arresto. Y aunque a uno lo lastimó, quedó detenido.