El secretario de la CTA de los Argentinos, Hugo Yasky, se refirió hoy a la reincorporación a la CGT, aprobada ayer por el congreso nacional de la organización, que "fortalecerá al movimiento sindical", al tiempo que cuestionó el "discurso para estigmatizar a los pobres" que, en su opinión, tienen los dirigentes de Cambiemos

Tras la aprobación de la iniciativa que la CTA venía discutiendo en los últimos tres años, a raíz del cariz de la política implementada por la alianza gobernante, "contra los derechos laborales", Yasky advirtió que "si gobierna Cambiemos, nunca va a haber trabajo genuino". 

El distanciamiento entre ambas organizaciones gremiales se había producido en 1991, cuando Víctor De Gennaro lideró la escisión de la CGT. Ayer, la CTA que lidera Yasky aprobó por unanimidad su reincorporación a la CGT en un acto en el microestadio de Lanús, al que concurrió la cúpula cegetista, además del candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández. 

"El camino era la unidad, por más contradicciones que haya con algunos dirigentes”, agregó Yasky. Para el dirigente docente, “tenemos que salir de esta zona de vulnerabilidad en la que estamos y la decisión que tomamos va a fortalecer al movimiento sindical, por más que tengamos que discutir, por más vericuetos que tenga". Y remarcó que “cuando logremos la unidad con la CGT todos los trabajadores vamos a salir fortalecidos".

En otro orden, el líder sindical expresó su “estupor e indignación” por los dichos de referentes del oficialismo, como el candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto, quien asoció pobreza y narcotráfico. "Es el pensamiento de gente que gobierna para los especuladores financieros, para empobrecer al país, que produce pobreza por millones”, dijo Yasky, quien se preguntó: “¿Cuándo fue la última vez que Pichetto agarró una pala?” 

Yasky agregó que en Cambiemos “tienen un discurso para estigmatizar a los pobres, como si tuvieran la culpa de la falta de empleo, de tener que vivir en la villa". En declaraciones a Radio 10 dijo que “no hay que ser hipócrita: ¿te pensás que la gente de las villas, que son cuatro de copas, es la culpable de que haya narcotráfico? ¿Arriba, en el poder, no hay nada para que pase eso? ¿A dónde van a ir a vender la droga? ¿A la calle Lavalle?"