“Este Encuentro estuvo muy atravesado por la propuesta del cambio de nombre. Son tensiones que a veces son necesarias y que definitivamente nos van llevando por los caminos que queremos trazar en nuestra lucha. Se vivió muy presente, muy fuerte el hecho de que, aunque no estuviera en toda la panfletería oficial del Encuentro, desde la palabra lo estamos nombrando Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales y No Binaries. Y eso ya es imborrable”, asegura Chocolate Remix , que tocó el domingo en la Peña del 34º Encuentro, que se llevó a cabo en La Plata el último fin de semana y congregó una multitud en las actividades programadas y la marcha.

 

El hecho de poner en palabras las disidencias generó nuevos aires y será lo que quede de este último Encuentro, cuya próxima sede será en San Luis. “Para mí fue una experiencia increíble tocar para toda esa gente, compartir lo que estoy haciendo, y no me parece un dato menor que hayamos estado presentes las lesbianas en el escenario. Me llevé una muy linda energía”, destaca Chocolate, que compartió el escenario de la Peña Feminista con Paula Maffía, Nélida Corralón, Puebla y las djs La Puta Ama y Camileeeta.

El domingo, en la asamblea de cierre en el Estadio Único, se votó por medio de un “aplausómetro” el cambio de la denominación a Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Transexuales, Travestis, Bisexuales y No Binaries. Si bien el nuevo nombre aún no es oficial, este Encuentro ya se vio atravesado por este debate, impulsado principalmente por la organización Somos Plurinacional.

“Seguimos reivindicando el Encuentro Plurinacional, creemos que es re necesario. Fue muy lindo que participaran compañeras de Colombia, Ecuador, de todos los países de Latinoamérica, que contaron sus problemáticas. Estuvimos unidas para construir y para hacer frente al patriarcado y al machismo, que nos quieren sumisas, endeudadas y quietas. Lo tomamos como una lucha y tenemos nuestra música para acompañar”, dice Belén, de Rebelión en la Zanja , que participó del Festitorta junto a Macumbias, Barcä y las djs La Puta Ama y Lazapage. “Fue increíble, la pasamos genial y tocar para un galpón lleno de miles de lesbianas fue lo más hermoso que nos pasó arriba de un escenario, nos sentimos muy bien, muy cómodas, muy felices”, concluye Justina, también de Rebelión en la Zanja.

“Cada Encuentro es muy especial y tiene su impronta. Éste fue muy movilizante, quizás porque era en mi ciudad, en mi provincia. Yo soy de San Martín, en el conurbano, y he habitado La Plata, así que era muy importante estar compartiendo con compañeres de diferentes países, con mucho cuidado y respeto”, remarca Gaby Gap , que tocó el sábado en Casa Lumpen. “Tenemos que seguir propiciando este encuentro, cuidarlo mucho y estar abiertes a la necesidad, a las nuevas voces que van surgiendo y sus propuestas.” Gaby enfatiza el tinte político de este 34º Encuentro Plurinacional, por el hecho de compartir distintas opiniones y vivencias: “Los testimonios son lo que nos enriquece, ¿de qué hablamos en nuestras canciones si no es de lo que nos pasa?”

Los talleres volvieron a ser el corazón del Encuentro. Como se describe en la página oficial : “Son democráticos, horizontales y pluralistas. Rompen con lo que nos acostumbran a ver, donde algunxs hablan y otrxs solo escuchamos en silencio. Los talleres son soberanos, lo que se discute pertenece solo a las mujeres que participan del mismo. Tienen como modalidad el consenso, para garantizar que todas podamos expresarnos, no se vota”.

Emilia González y otras tres compañeras de la Colectiva de Fotógrafas Madrynenses viajaron desde Puerto Madryn, donde este año realizaron una muestra con fotos del 33º Encuentro Nacional de Mujeres, realizado en 2018 en Trelew. “Hice un taller sobre Mujer, Arte y Cultura donde se manifestaron varias colectivas de mujeres trabajadoras del arte y la cultura, y se cuestionó el rol que ejerce la mujer en el arte, en la historia del arte. Es nuestra responsabilidad empezar a mostrarles a los niñes este rol, sacar a la mujer de ‘compañera o esposa de’ y ponerla en el lugar de hacedora. También se cuestionó el arte que consumimos como mujeres: la música, la pintura, la escritura”, cuenta.

La psicóloga, poeta y editora Marina Gersberg llegó al Encuentro desde CABA, junto a dos amigas: “Nos fue difícil elegir un taller y nos decidimos por el de Feminismos Populares. Nos agrupamos en un aula pero al final tuvieron que desdoblarlo en tres porque había un montón de gente. Se habló mucho del feminismo teórico de la facultad y la academia, y del feminismo en territorio. Lo que salió del taller es pensar que hay un feminismo ahí que está sucediendo y no llevar el feminismo académico al barrio, sino ver que las mujeres se organizan entre ellas para tratar de salir de la violencia, ser madres, agruparse y sostener ese trabajo, los trabajos no remunerados con la crisis. Se habló mucho de la crisis y de cómo se organizan las mujeres en los barrios y las villas”.