La ministra de Transporte de Chile, Gloria Hutt, aseguró que no darán marcha atrás con el aumento al precio del subte de Santiago. La medida provocó ayer una ola de protestas en toda la ciudad. Con convocatorias a través de las redes sociales bajo el lema “Evasión Masiva”, miles de usuario saltaron los molinetes. También se registraron destrozos lo que llevó a suspender temporalmente la circulación en varias estaciones. El precio del servicio en el tramo más caro quedó en 830 pesos chilenos (70 pesos argentinos), uno de los más caros de Latinoamérica.

Luego de una reunión en el Palacio de la Moneda, sede del gobierno chileno, la Ministra de Transporte apeló a los incidentes de ayer para cerrar cualquier posibilidad de rever las tarifas. “No es una discusión que tenga que surgir del nivel de violencia que hemos visto”, indicó. “Hay una decisión que ya está establecida”, respondió Hutt, consultada sobre si el gobierno pensaba reevaluar el costo del pasaje.

Los primeros reclamos se hicieron hace diez días con la evasión del pago del boleto, saltando los molinetes. Pero ayer aumentaron en magnitud y violencia. Las protestas comenzaron de manera espontánea protagonizadas por estudiantes y usuarios del metro (como se conoce al subte en Chile). Luego se generaron nuevas manifestaciones a partir de las convocatorias lanzadas desde redes sociales. El hashtag más usado fue #EvasiónMasiva.

El jueves, cinco molinetes de la Estación San Joaquín, en la populosa comuna homónima al sur de la capital, fueron destruidos por manifestantes. Otros se sentaron al borde de andenes, lo que afectó la circulación de los trenes. En otro episodio, unas 150 personas intentaron entrar a la céntrica Estación Salvador. Allí los esperaban los carabineros, que reprimieron usando gases lacrimógenos. En otras estaciones los manifestantes accionaron los frenos de emergencia de los vagones, lo que generó una interrupción del flujo. En una de las líneas una persona bajó a las vías, propiciando la suspensión del servicio en más de un 40 por ciento de su recorrido.

No solamente el alza de las tarifas molestó a los usuarios, sino también las declaraciones del ministro de Economía de Chile, Juan Andrés Fontaine. “Quien madrugue puede ser ayudado a través de una tarifa más baja”, comentó Fontaine días atrás. Esto tiene que ver con que, en Santiago de Chile, cuanto más temprano se viaja, más económicos son los precios del subte. También hay que tener en cuenta que en enero de este año, el gobierno chileno ya había permitido otro aumento en las tarifas.

El presidente Sebastián Piñera expresó que si las protestas continuaban aplicaría la Ley de Seguridad del Estado. Con ella la justicia puede acelerar los procesos contra aquellos acusados de delitos de orden público o que afecten la seguridad interior. "En algunos casos vamos a aplicarla porque para eso está la ley”, dijo Piñera.

Durante la jornada del viernes, se vivió una tensa calma en las estaciones del metro. En muchas hubo custodia policial a la espera de la llegada de manifestantes. Debido a los hechos de jueves, muchos usuarios prefirieron usar colectivos y otros medios de transporte. En la mayoría de las estaciones también se vio un aumento en la cantidad habitual de guardias de seguridad privados. “Nos llamaron para resguardar la seguridad, aunque es poco lo que podremos hacer si llegan muchos manifestantes”, contó un guardia, que no quiso dar su nombre. Desde los altoparlantes del Metro avisan qué estaciones están temporalmente cerradas por las manifestaciones, para que los usuarios planifiquen su viaje.

Los reclamos para la rebaja del boleto del metro no solamente llegaron de los manifestantes. También expresó su descontento la ex candidata presidencial, Beatriz Sánchez. "Presidente ¿no será el momento de dialogar con su gabinete, de escuchar a la gente, de buscar soluciones, y de echar pie atrás con el alza al transporte?”, escribió en Twitter.