Así como Ca7riel hizo hincapié en que comparte su proyecto musical con Paco Amoroso , con ese mismo ímpetu la gran figura de la actual escena musical argentina le dio protagonismo al grupo que suele acompañarlos en sus shows: la ATR band. Un cuarteto que además de sudar virtuosismo, sofisticación y juventud, consolidó una identidad sonora que quedó en evidencia en los tres recitales que consumaron en agosto en Niceto Club. “Hace diez años que nos conocemos del ambiente con Ca7riel, y él luego nos presentó a Paquito, quien en esa primera época venía a hacer el tema Piola , que medio que lo fuimos armando en varias formaciones”, explica el tecladista Axel Introini. “Fue una relación de muchas bandas juntas que derivó en ésta.”

El bajista Julián Montes añade: “Cato fue probando diferentes formatos. Y finalmente, cuando nos volvió a convocar, nos dijo: ‘Éste es el año, ¿están conmigo o qué?’”. Aunque no cabe duda de quién fue el arquitecto musical de este fenómeno, paulatinamente el sonido de los discos se mimetizó con el de la performance. “Él hace todo solo. Se toma unos mates, y luego nosotros laburamos los temas en la sala”, revela Introni. Y Montes completa: “Hacemos la adaptación al vivo, y después Cato nos da la posibilidad de proponer nuestras propias identidades. Somos una balanza de personalidades. Y por suerte nos conocemos un montón y tenemos mucha cancha juntos”.

 

A pesar de que en sus recitales Ca7riel advierte que el inicio de Terrible Kiko “puede salir mal”, porque reproduce un tramo complejo de La grasa de las capitales, de Serú Girán (que fue sampleado para el EP POVRE), hasta el momento la banda demostró lo contrario. “Nosotros tocamos todo. En vivo propusimos que era mejor no usar pistas porque siempre nos la bancamos”, afirma Axel, también tecladista de Dante Spinetta y de Vicentico. “Nos cagamos a palos tocando en un montón de lugares chiquitos con poco sonido, la curtimos desde muy abajo.“

Además de rendirle tributo al rock argentino, los shows del binomio junto a la ATR band son una oda al groove. “Hay un respeto muy fuerte hacia las influencias que tenemos, músicos internacionales de jazz, soul y funk”, denota Julián, bajista también de Marilina Bertoldi y del grupo Picado Grosso. “El desafío es darles riqueza a los géneros urbanos y poder unir ese mundo con el gospel, el reggaetón o el nü metal”.

El baterista Mariano “Yuye” Domínguez ahonda: “El groove es muy importante al improvisar. Nos conocemos tanto que podemos hacerlo respetando pequeñas reglas. Está bueno que Cato y Paco nos den esa libertad. La canción siempre va a estar armada, y sabemos dónde estamos parados, entendiendo también el baile y las dinámicas. En algún momento, Ca7riel tocaba la viola como sesionista en Asia de Cuba y en el Faena, junto a nosotros, y cuando empezamos a hacer trap esa información de soul y gospel de se conectó con la de ahora. Y con Fran terminamos conquistando todo”.

Yuye, quien toca en paralelo con Chita , se refiere al baterista Fran Alduncin, quien aunque no es de la ATR band sí compone el mismo colectivo artístico. Aunque como integrante del MAL FLA TRVP SET, el trío para shows en vivo que llevan adelante Ca7riel y Paco Amoroso. “En Niceto se mostraron las dos partes”, evoca el músico, quien actuó con la dupla en la pasada edición del festival catalán Sónar. “Esto vendría a reemplazar al soundystem, pero conmigo tirando las pistas desde el octapad. Este formato es para lugares más chicos.

 

Pese a que Cato es uno de los mejores guitarristas de esta época, lo que viene patentando como integrante del grupo que acompaña a Wos, en sus recitales pocas veces desenfunda la viola roja que le legó su padre. “Los mundos que se generan, los climas o ese ecosistema musical está tan llenos que capaz con una viola, por más efectos y pedales que tenga, no lo podés emular del todo”, justifica Montes. Mientras que Intrioni agrega: “Cuando Cato agarra la guitarra, la banda se transforma en otra cosa. Es como un órgano más del cuerpo”.

Más allá de que se reconozcan como “unos nerds que practican cosas difíciles”, la realidad es que estos músicos, cuyo círculo cierra el también tecladista Dogui Rodríguez, se sacudieron los estereotipos del rock y la música urbana al estudiar y ensayar disciplinadamente. “Hay una frase de Miles Davis que es mortal: ‘conocimiento y libertad’”, comparte el bajista. “Tenemos una parafernalia que por suerte podemos defender. Eso no hubiera sido posible si no nos esforzáramos.“

Aunque reconocen que el éxito que saborean de la mano de Cato y Paco es abrupto, por más que les permitió mostrarse, ya piensan en darle una vida propia a la ATR band. “Tocamos todos juntos hace un año y de esta manera”, recapitula Julián. “La realidad es que de a poco va cobrando forma, y ya está en nuestra mente plasmarlo.“

* La ATR band tocará con Ca7riel y Paco Amoroso el 15/11 en el Festival La Nueva Generación, en Córdoba, y el 30/11 en el Buenos Aires Trap.