Un sistema educativo cada vez más complejo, profundamente afectado por los desequilibrios producidos por los vaivenes de las crisis económicas, necesitaba de un mapa que diera cuenta de su heterogénea composición y de las principales problemáticas que lo atraviesan. Con este objetivo, la Universidad Pedagógica Nacional (Unipe) y la Editorial Le Monde presentaron El Atlas de la educación: entre la desigualdad y la construcción de futuro, un informe que, acompañado por gráficos, infografías e ilustraciones, presenta una radiografía del sistema educativo desde 1983 hasta la actualidad.
"El Atlas consiste en un análisis de los principales números educativos de los últimos 30 años. El objetivo es mostrar que, si bien existen problemas coyunturales, hay núcleos estructurales que influyen en el sistema educativo que tenemos que resolver", explica el rector de la Unipe, Adrián Cannellotto, y hace hincapié en dos elementos: la obligatoriedad de la escuela secundaria -que complejiza la estructura en la medida que incorpora más gente al sistema educativo- y la desigualdad estructural de la Argentina. Este último punto, la creciente desigualdad del país, funciona como punto nodal del informe y explica gran parte de los problemas del sistema educativo argentino.
“Este trabajo demuestra cómo la Argentina se ha vuelto más desigual en todo este tiempo y que la educación no ha podido revertirlo. Pedirle a la educación que resuelva todos los problemas de la Argentina es exigirle demasiado, es depositar en la educación una expectativa que el sistema inevitablemente terminará incumpliendo”, plantea Cannellotto. El rector, siguiendo la premisa del informe, alude a los discursos que sobredimensionan el rol de la educación y confían en que la escuela solucionará todos los problemas del país. "Hay que evitar caer en una pedagogía todoterreno que pretende resolver lo que la economía no pudo", advierte.
Si bien reconoce que la escuela tiene una importante incidencia en el desarrollo económico individual y colectivo, el rector de la Unipe sostiene que hay que tener cuidado con la fantasía de que la educación puede garantizar la igualdad de oportunidades cuando las políticas económicas no lo hacen. "Es falso que la educación viene a reparar lo que el mercado desarregló", insiste. Este punto es importante porque, en contextos de crisis económica como el actual, el sistema educativo debe hacerse cargo de gran parte de las demandas sociales, a la vez que se ve profundamente afectado por el crecimiento de la pobreza y la marginación.
El Atlas identifica que el 23 por ciento de los chicos de entre 3 y 24 años se encuentra por fuera del sistema educativo, que el 68 por ciento vive en hogares vulnerables y que el 81 por ciento de los sectores más críticos va a la escuela pública. Para Cannellotto, estos datos -sumados a la repitencia y la sobreedad primaria de los sectores populares, así como el abandono en la secundaria- constituyen emergencias coyunturales vinculadas directamente al crecimiento de la pobreza de los últimos años.
Por otro lado, se encuentran los problemas educativos más estructurales, como la correcta implementación de la Ley de Educación Sexual Integral, la desigualdad entre provincias, la pérdida salarial de los docentes -en 2016 perdieron el 8 por ciento, en 2017 el 7 y en 2018 el 22, según el Atlas-. Para Cannellotto, el próximo gobierno deberá encontrar un equilibrio a la hora de lidiar con estos problemas estructurales y con las emergencias coyunturales que dejó el macrismo.
El Atlas -que fue presentado formalmente el viernes pasado con la participación de Daniel Filmus, Nicolás Trotta, Gabriel Kessler, José Natanson y Cora Steinberg, entre otros- comprende un total de 130 páginas, divididas en seis capítulos, cada uno de los cuales aborda la estructura del sistema educativo argentino desde diferentes perspectivas: "Desigualdades", "Logros y deudas del sistema", "El mapa de la educación argentina", "Los números de la política", "Mitos y verdades de los docentes", y "Otros mundos". Su objeto de estudio es enorme: según datos del mismo Atlas, el entramado educativo del país comprende a más de 14 millones de alumnos, un millón de docentes, 60 mil escuelas y 131 universidades públicas y privadas. El objetivo del informe es, precisamente, dar cuenta de ese enorme universo.
Informe: María Cafferata.